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El pabellón descolonizador de España en la Bienal de Venecia: "Ojalá despierte polémica"

La artista peruana explora el colonialismo y la extranjería en el proyecto que representará a España en la Biennale di Venezia

Detalle de la obra 'Pinacoteca migrante', de Sandra Gamarra
Detalle de la obra 'Pinacoteca migrante', de Sandra Gamarra
Actualizado

La pintora limeña Sandra Gamarra y el comisario valenciano Agustín Pérez Rubio presentaron esta mañana Pinacoteca Migrante, el proyecto que representará a España en la Biennale di Venezia a partir del 20 de abril y que se podría resumir en las dos palabras de su título: "Pinacoteca" alude al aspecto casi convencional del trabajo, que se parecerá más que nunca a la vieja idea de lo que era una embajada cultural con la que un país se presentaba al mundo.

En el proyecto de Gamarra y Pérez Rubio habrá imágenes reconocibles para cualquier ciudadano que se haya educado con el arte europeo desde la Edad Media hasta el siglo XIX: bodegones de Murillo, viejas láminas científicas de la era de los descubrimientos, retratos burgueses... Sólo que en Venecia aparecerán intervenidos por Gamarra para resignificarlos.

"Migrante", por su parte, anuncia cuál es el significado con el que la autora, "una pintora occidental", según se presentó a sí misma, hace sus intervenciones. En sus obras, Sandra Gamarra usa el arte histórico para hablar de la extranjería, de la posición de jerarquía de las culturas europeas sobre las del resto del mundo y de la manera en que el público ha aceptado acríticamente es emarco. Pérez Rubio habló de "cambiar las gafas" con las que hemos visto la historia del arte.

La tentación es hilar esa argumentación con la línea editorial que el Gobierno de España ha impuesto a sus proyectos culturales. Desde hace dos años, las principales instituciones artísticas de los ministerios de Exteriores y Cultura hablan de temas parecidos, de la descolonización a la que se ha referido el ministro Urtasun en entrevistas y comparecencias parlamentarias, y de las relaciones de poder en los ejes de desigualdad modernos: norte-sur, hombres-mujeres, etcétera. Lo justo es recordar que, en realidad, el planteamiento de Gamarra y Pérez Rubio está bien alineado con el sentido que el brasileño Adriano Pedrosa, el comisario de la Biennale, le ha dado a la cita: la extranjería, las migraciones y el gran sur son las ideas a las que ha apelado Pedrosa para convocar a artistas y público a Venecia.

La artista Sandra Gamarra.
La artista Sandra Gamarra.

En realidad, las dos ideas son compatibles. Agustín Pérez Rubio, al explicar su proyecto, hizo algo así como un discurso de patriotismo crítico. Insistió en que Pinacoteca migrante representa a España "con la cabeza muy alta, como un país que muestra madurez, en el sentido de que es capaz de entender la diversidad de su sociedad, asume el pasado para mirar al presente, es crítico con él y mira al futuro de una manera más democrática".

Sandra Gamarra, peruana llegada a España hace 21 años, explicó Pinacoteca Migrante con un énfasis más personal, casi biográfico. La pintora contó que se crio en Perú en la idea naturalizada de que había culturas mejores y culturas y peores y que la europea era la que estaba en lo alto de esa jerarquización. Al llegar a España, al visitar el Museo Antropológico Nacional en Madrid, comprendió por primera vez ese sesgo que tenía interiorizado. "Había pasado por las salas que representaban a todos los continentes pero no encontraba la sala de Europa. Pregunté a un vigilante que se quedó más sorprendido que yo. Me dijo: 'Eso es historia y está en otros museos'".

En los siguientes años, influida por las lecturas feministas y por el impacto del cambio climático como una preocupación cultural, Gamarra se dedicó a cuestionar ese marco, más que a romperlo. "Conservo la bacteria monoteísta". Ahora, sus pinturas se dedican a subrayar los detalles que parecen anecdóticos en obras de la gran tradición del arte europeo pero que hablan de las relaciones coloniales norte-sur: una pluma, una joya, una ausencia... Una selección de textos teóricos impresos en las paredes del Pabellón de España actuará como los pies de texto que hagan un poco más explícitas las intenciones de la pintora y su comisario.

El trabajo de Gamarra y Pérez Rubio dividirá en cinco salas el espacio del Pabellón de España en los Jardines Públicos de Venecia. El patio, por su parte, será algo así como un jardín de esculturas en el que crecerán malas hierbas ("las mal llamadas malas hierbas") con el fin de recordar que las relaciones de poder son eso, fuerzas imposibles de controlar. El proyecto, además, será la prolongación de Unconfortable museum, un proyecto que presentaron juntos en 2022 en Madrid. "Ojalá Pinacoteca migrante despierte polémica como aquel proyecto. El arte sigue siendo un lugar seguro en el que disentir y debatir. En Perú ya no es así", explicó Gamarra. "El museo es la escuela", añadió su comisario. Su proyecto consiste en convertir el museo en otro tipo de escuela.

Acción Cultural Español y la Agencia Española de Cooperación Internacional, dos organismos dependientes del Ministerios de Asuntos Exteriores, son los promotores del proyecto, que se impuso en un concurso por invitación. El presupuesto de Pinacoteca migrante es 400.000 euros. Los representantes de las instituciones confesaron que esa cifra se ha quedado obsoleta, que es insuficiente.