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Aitana: "Dicen que he cambiado. Empecé con 18 y ahora tengo 25, simplemente he crecido"

Aitana estrena este viernes su primera película, Pared con pared, una comedia romántica que protagoniza en Netflix junto a Fernando Guallar: "No voy a dedicarme a ser actriz, yo soy cantante"

Aitana Netflix
Aitana posa este miércoles en la presentación de su película con Netflix, Pared con pared.ANTONIO GUTIÉRREZEUROPA PRESS
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Iván, José y Ainhoa llevan ya un par de horas montando guardia. Cada vez que se abre la puerta enrejada que da al lujoso jardín del hotel Santo Mauro, en la zona noble de Madrid, dan un respingo y se asoman, a ver si sale ella. José se ha "saltado" el trabajo; Ainhoa está haciendo pellas e Iván... Iván tenía el día libre. "Nosotros somos fans de verdad, vamos a todos sus conciertos. Pero hay gente aquí que aparece allá donde haya famosos, a ver si pilla algo". Miran con recelo a otro grupito, mucho mejor equipado con cámaras, trípodes y fotografías impresas, y susurran: "Les piden firmas y luego las venden por Wallapop".

Iván, José y Ainhoa están aquí por Aitana, la cantante pop española con más proyección, un fenómeno de masas cuyo último disco, Alpha, fue el quinto más vendido de 2023 y la colocó en cabeza de la oferta española y con cinco nominaciones a los recién creados Premios de la Academia de Música, nuestros Grammy. Sin embargo, Aitana no ha venido hoy a hablar de su música, sino a presentar su primera película, Pared con pared, una comedia romántica que protagoniza junto a Fernando Guallar y que se estrena en Netflix el viernes.

No es la primera incursión de la catalana ante las cámaras. Ya a finales de 2022 protagonizó, junto a su entonces pareja Miguel Bernardeau, la serie La última en Disney+, pero ahora da un paso adelante y se pone al frente de su primera película. «Son palabras mayores», reconoce ella, que atiende a la prensa en una sala del hotel con un look futurista en cuero que recuerda a la mítica Trinity de The Matrix. De la Valentina que interpreta en pantalla, como de la Aitana que saltó a la fama en Operación Triunfo, se reconoce poco más que el flequillo, ahora tintado de oscuro y rodeado de trenzas que enmarcan dos moñitos altos. Y quizá ese contraste extremo es el que más sentido otorgue a esta entrevista.

Pero vayamos por partes. Primero, la película.

Aitana Netflix
Aitana y Fernando Guallar protagonizan Pared con pared en Netflix.NETFLIX

Pared con pared es un remake de la comedia francesa Tras la pared (2015), que relata la historia de amor entre un inventor misántropo y gruñón incapaz de concentrarse si no reina el más absoluto silencio y una pianista recién separada cuya única misión en la vida es conseguir pasar una audición tremendamente exigente. Entre ellos, sólo un fino muro que deja pasar cada murmullo. Valentina y David se oyen vivir, se hablan, al principio discuten, después se camelan... Y ya imagina el resto. Compone este largometraje de Netflix una metáfora en tonos pastel de tantas y tantas relaciones nacidas en internet entre personas que se enamoran perdidamente antes incluso de haberse visto ni tocado. En la peli, sale bien. ¿Y en la vida?

Para saber más

«Supongo que la clave está en las expectativas que te generes, hay que tener los pies un poco en la tierra para saber que quizá lo que te imaginas no es necesariamente acorde a lo que te vas a encontrar. Hay que saber surfear el posible fracaso», analiza Guallar, el gruñón pero tierno David que cae rendido a los encantos de su dulce e inocente, pero testaruda vecina de al lado. «En mi caso, prefiero el contacto, las energías, pero creo que es mejor no meterse en la forma de relacionarse de la gente. Puede que haya gente que se enamore sin ni siquiera haberse visto, ¿por qué no?», agrega una mucho más diplomática Aitana, la vecina en cuestión.

"La gente cree que me conoce por lo que ve en redes, si a veces no me conozco ni yo misma..."

Si hay alguien con autoridad para pronunciarse sobre las relaciones online es, precisamente, ella. 3,8 millones de seguidores en Instagram; 876.000 en X; 2,6 millones más en TikTok. En el momento de escribir estas líneas, su último post (antes, tuit) reza: «Soy ese tipo de persona que siempre lleva las gafas sucias». Le ha gustado a más de nueve millones de personas, y 350.000 han respondido.

«La gente cree que me conoce, si a veces no me conozco ni yo misma...», reflexiona, y explica: «Todo lo que muestro de mí en redes es real, pero hay muchas cosas que no muestro porque me apetece guardármelas para mí. Hasta mis padres se sorprenden a veces de las cosas que ven. El problema, o miniproblema, es que yo me di a conocer con una convivencia 24 horas en directo. La gente comía conmigo, cenaba conmigo, y pensaba que va a seguir siendo así siempre. Pero han pasado ya siete años de aquello y yo he emprendido mi propio camino».

Pared con pared Netflix
Una historia de amor Pared con pared.NETFLIX

Decíamos que el fuerte contraste entre la cándida Valentina de la ficción y la empoderada mujer de las trenzas y el cuero que se planta ante nuestros ojos encerraba la madre del cordero de la conversación con Aitana. Bien, ahí va. Apuntaremos, para no perdernos, que el proyecto de Pared con pared no llegó a su directora, Patricia Font, hasta que no tuvieron a la cantante como protagonista. El resto del casting vino después. Es una película a la medida de Aitana, por tanto. Solo que a la medida de la Aitana de antes.

«Por supuesto, Valentina recoge muchas cosas de mí, pero ella está llevada a un extremo. Es muy frágil e influenciable, yo soy tremendamente testaruda y me da bastante igual lo que digan los demás. La gente se ha hecho una idea de mí a lo largo de los años que no se ajusta a la realidad», asegura. Su cambio radical de look y de actitud sobre el escenario, mucho más agresivos, más sensuales, levantaron ampollas entre los padres preocupados, que incluso la acusaron de «sexualizar» a sus hijas. «Empecé con 18 años y ahora tengo 25. Simplemente, he ido creciendo. Es fácil», zanja ella.

"Se me cuestiona mucho por intrusismo laboral y a otros compañeros que se han dedicado a hacer lo mismo, no. A mí siempre se me cuestiona más"

Tampoco es leve el viraje estilístico de Patricia Font, que llega al estreno de esta comedia romántica de Netflix con cinco nominaciones al Goya bajo el brazo por un drama mucho menos ligero, El maestro que prometió el mar. Rodó ambas cintas prácticamente de forma simultánea y eso, dice, le ayudó: «Eran tan distintas que, de alguna manera, me ayudaban a tomar aire», asegura. Frente a quienes vean en su evolución reciente un salto abrupto de calidad, la directora reivindica la comedia; incluso, la comedia romántica. «Son géneros muy difíciles, mucho más de lo que la gente piensa. Yo misma me siento mucho más cómoda en el drama pero de un tiempo a esta parte, no sé si por prejuicio, no se valoran lo suficiente, ni a nivel popular ni de crítica cuando me parece que hacen una labor importantísima de desconexión de la realidad. Son una vía de escape muy interesante», afirma.

No se ha estrenado aún Pared con pared y ya se escucha el runrrún de los haters. «Yo comprendo que le hace ilusión, habrá hecho sus cursos y la estarán ayudando, pero este intrusismo laboral, no», dice un internauta. «Esta chica está de moda y es un producto de marketing», acusa otro. «Yo no he estudiado interpretación y no pretendo ser la mejor actriz del mundo ni mucho menos. Comprendo que la gente me vea rara porque conocen mis gestos y mi forma de hablar, me han visto mil veces en entrevistas o en la Academia. Supongo que es fácil que no se lo crean. Pero se me cuestiona mucho por intrusismo laboral y a otros compañeros que se han dedicado a hacer lo mismo, no. A mí siempre se me cuestiona más. Yo lo he hecho con todo el respeto y ahora voy a seguir con mi vida. No voy a dedicarme a ser actriz, yo soy cantante», resuelve ella.

Aitana Netflix
Aitana protagoniza Pared con Pared en Netflix.NETFLIX

Mientras Guallar admira la humildad con la que su compañera ha afrontado el reto, la directora alaba sus cualidades: «Tiene una capacidad innata para transmitir emoción». ¿Y sus fans? Ahí siguen en la puerta al finalizar la entrevista, cada vez más impacientes. «Está bien verla en la tele, pero mejor que se centre más en la música. Lo que nos gusta son los conciertos», dicen. No hay piedad para una diva pop. La semana la ha arrancado Aitana con una publicación misteriosa. El vídeo la muestra deshecha en lágrimas sobre un fondo suave de guitarra. El pie, un lamento con puntos suspensivos: «Siete meses sin sacar música...». Junto al mensaje, un cubito de hielo.

Es incapaz de explicar por qué, pero ese cubito es clave para Iván, el chico que pasa su día libre esperando a que su cantante favorita salga y le dirija una sonrisa. «Yo creo que significa que se vienen cositas y me da la impresión de que será una balada. A ver si no son más colaboraciones y llega algo de música de ella, la echamos de menos», implora. Ella, mientras, calla. No hay manera de lograr un spoiler. Ha venido aquí a hablar de su película.