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Róisín Murphy: "A Pedro Sánchez le gusta el lado gay del espectro musical"

Casi 30 años después de la chica de Moloko, la irlandesa residente en Ibiza saca nuevo disco, Hit Parade, que presentará el 4 de junio en el Festival Alma Occident Madrid

Róisín Murphy.
La artista Róisín Murphy.
Actualizado

Róisín no está en su mesa. La ley de Murphy dice que si Róisín ha quedado para comer no significa que tenga que estar comiendo. La cantante, compositora, productora, modelo, diseñadora y actriz irlandesa espera sola en el reservado de un restaurante del centro de Ibiza con forma de nave espacial, tomándose un cortado tras unas cortinas de tul. Suficiente para hacerse uno de sus estrambóticos vestidos. "Tenía que alejarme de la comida", dice la chica bola de discoteca con la que te querías enrollar hace 30 años en el videoclip Sing it back de Moloko, la novia damero que te querías echar en Overpowered, y la esposa con la que querrías desfilar por el pueblo vikingo Arklow en Fader, donde nació hace 51 años.

Róisín, de civil, va con un vestido verde oscuro con flores silvestres. Se ha quitado los zapatos, en consonancia con una isla que empieza a recibir los primeros turistas de carne blanquecina a la caza de rayos de sol. A principios de junio actuará en Barcelona (1 de junio en el Primavera Sound) y Madrid (el 4 de junio en el Festival Alma Occident).

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¿Por qué decidiste venir a vivir a Ibiza?
No lo decidí, mi marido tenía una casa desde hace 25 años, y aquí estamos.
¿Y qué haces aquí?
Trabajo mucho, al menos los últimos dos años, pero da igual dónde esté.
Y aparte de eso, te he oído que tienes habilidades o hobbies caprichosos, que lo mismo te da por pintar, que leer filosofía, que ver maratones de lucha libre por televisión.
Pues ahora me gusta hacer ejercicio, me he puesto muy fuerte (y se pone a sacar bola con los dos brazos en ángulo recto). Y también he empezado a recoger flores silvestres para hacer arreglos florales. Esta época del año es fantástica.
Pensaba que una diva del pop se había venido a la isla por las discotecas.
No, no, no voy a las discotecas. Bueno, antes sí, hace 20 años, quizá incluso cinco, pero ahora ya no me interesan los clubes, ni aquí ni en ningún lado. Ya he estado en todos a los que podía ir. O sea, me encanta la música, y tengo un gran respeto por los DJs y la música dance. Creo que tienen una gran visión de futuro y usan nuevas tecnologías. Es un género de mente muy abierta, más que, digamos, la música rock. Tienen que hacer bailar a la gente y, para eso, intentarán cualquier cosa. Es un poco como los cómicos. Tienes que seguir intentando algo nuevo fuera de la fórmula convencional para hacer reír a la gente. Además, a mí me gusta esta época del año en Ibiza. Me encanta el invierno. En verano, cuando los niños (Clodagh de 14 y Tadh de 11) acaban el colegio nos vamos a Italia, por ejemplo, porque mi marido es italiano, o a Irlanda. Les gusta ir a un lugar frío, diferente, que puedan ver algo cultural, teatro en Londres, cosas de esas. Ibiza les parece aburrido.
¿Aburrido? ¿Pero no saben que su mamá es una diva del pop?
Les da igual.
¿No creen que es cool?
Nada cool. Prefieren a las estrellas de YouTube. La cultura para ellos es otra cosa, y la forma en la que la interactúan con la tecnología es tan diferente que estoy en otro planeta, pero lo mismo que le pasaba a mis padres. Tal vez cuando sean un poco más mayores lleguen a apreciarme un poco más. El otro día vinieron conmigo a Roma porque mi música sonaba en un desfile de moda y me dijeron: 'Te ganas la vida disfrazándote'. Pues tiene algo de verdad. Creen que me gano la vida haciendo cosplay.
¿No escuchan tu música?
Qué va.
Tus padres se separaron cuanto tenías 15 años y te quedaste viviendo sola en Manchester con una amiga. ¿Te imaginas eso ahora con tu hija?
No, no. Soy una madre helicóptero en comparación con la forma en la que me criaron. No puedo evitar preocuparme y ser protectora. Es verdad que me preocupa que mis hijos no sean lo suficientemente libres, pero no tienen el mismo espíritu aventurero que teníamos nosotros, ya sabes, porque tienen muchas cosas en el ordenador, en el teléfono. A mi hija se lo acabo de comprar, pero todos sus amigos lo tienen desde los 12. Es un mundo totalmente diferente. Mis padres eran personas fantásticas, muy glamorosas, a su manera, ya sabes, a la manera irlandesa, si es que puedes ser glamuroso a la manera irlandesa. No eran mejores ni peores. Mi madre era muy guapa y mi padre muy carismático. Cantaba muchas canciones, a mí me tenía enamorada.
Ah, entonces era tu padre el cantante de la familia.
Era un cantante extraordinario. Todo el mundo cantaba cuando yo era pequeña, y sabían muchas canciones, pero es que mi padre sabía muchas más
¿Es más difícil para una mujer triunfar en la música?
No tengo ni idea, no puedo comparar. Sé que hay menos mujeres productoras, menos mujeres dirigiendo estudios y, en el lado más técnico, en el que hay muchos trabajos, también hay muchas menos mujeres, pero no sé cuál es la razón. Cuando era niña todos mis amigos eran hombres porque nos gustaba mucho la música, y no había muchas chicas. No sé dónde empieza el problema, si es que es un problema.
Vale que tu marido sea italiano y hagas un disco en italiano, pero no es justo que vivas en España y no hayas hecho nada en español.
Es verdad, me encantaría hacer algo en español.
¿Pero sabes hablar algo?
No. 'Una mesa, por favor, tres personas' (se lanza en perfecto inglés tratando de hablar español, y luego resopla abochornada consigo misma).
En la canción Thoughts Wasted hablas de que a alguien le arruinan su día hablando mal a sus espaldas. ¿Cuánto te preocupa lo que piensen de ti?
Pues realmente muy poco. Creo que es obvio si miras toda mi carrera. No me preocupa en absoluto. En estos tiempos hay un montón de artistas, sobre todo mujeres, que cantan que son muy fuertes: "Que si 'Ey, no me hagas esto, que si yo soy jodidamente fuerte'" (pone tono burlón). Pues a mí todo eso me parece muy aburrido. La música es un gran portador de emociones complejas, que a veces significan cosas opuestas. Mis canciones favoritas suelen estar llenas de sumisión, y yo no soy muy sumisa en lo que respecta a mi trabajo o mi forma de ser, pero en el amor sí lo soy, y me entrego por completo a esas emociones. Y en Hit Parade hay mucho de eso, sobre el aspecto científico de no poder controlar ciertas hormonas que inundan tu cuerpo, y tener que seguir adelante con esa falta de control.
Ya te has visto envuelta en varias polémicas en redes sociales, ¿crees que ahora tienes menos libertad para opinar, para escribir?
Hace un año que no escribo una canción, pero vivimos en un mundo donde la gente está empezando a autocensurarse, y eso me preocupa. No sé quién voy a ser cuando me siente a escribir, porque, según algunos, pienso cosas que no debería pensar, leo cosas que no debería leer, y hablo de cosas de las que no debería hablar. Es algo nuevo, y creo que podría tener un problema. No lo sé. Mi teléfono está lleno de anotaciones, palabras y frases que voy recogiendo y que tal vez se conviertan en una canción. Y a menudo pienso, oh Dios, ¿puedo escribir eso? ¿seré capaz de que no signifique solo una cosa, y el oyente pueda elegir cómo quiere interpretarlo? Creo que cada vez es más difícil ser un artista sincero, y no sé cómo podría no ser sincera. Esto es algo que ni siquiera sé abordar de forma remota. Me has tocado algo muy fuerte cuando me lo has preguntado.
En Something more apareces enseñando tu casoplón en Ibiza y cantando que quieres más: "Una corona sobre tu cabeza, diez amantes en tu cama, mil millones en el banco, un Castillo en Ibiza, una isla...". Tampoco estás tan lejos...
Sí, hombre.
¿Comparado con quién?
Eso, comparado con quien. Yo no tengo un castillo... (Una casa de campo con un porche con columnas que parece sacado de Dallas y no de Sant Josep de sa Talaia, y que en la pandemia exhibió con la mesa llena de botellas de vino tinto a medias).
Pues casi.
Bueno casi, pero no quiero diez amantes, ni dos, quiero uno, es suficiente. Pero yo no escribí la canción.
¿Sabes quién es Pedro Sánchez?
No, ¿quién?
El presidente de España.
Oh, no, dios, se me fue. Sí, claro que lo sé.
¿Sabes que tu canción CooCool aparece en su playlist?
Noooo. Fantástico.
¿Suficiente para votarle?
Debería.
No sé si es la respuesta correcta.
No puedo votar en España, de todos modos.
No sé si es una buena idea que nuestro presidente te tenga en los oídos cantándole: "Abraza tu niño interior, vuélvete salvaje"
No, no lo es.
La artista Róisín Murphy.
La artista Róisín Murphy.

Preguntamos a Róisín por su opinión sobre el resto de la lista presidencial. ¿Rosalía? "Me encanta. Es cool". ¿Taylor Swift? Hace un gesto de regulín con la muñeca. ¿Lana del Rey? "Me gusta, sí". ¿Sabes quién es Aitana? "No". Con Justin Bieber y Britney Spears resopla o insiste en su regulín de muñeca. Le gusta Miley Cyrus y Dua Lipa. ¿Caroline Polachek? "Oh, yeah, es cool". ¿Kae Tempest? "Sí, sí. Él (Pedro Sánchez) es muy gay, ¿verdad? Está en el lado gay del espectro musical". ¿Jessie Weah? "Sí, muy gay también". ¿El presidente quieres decir? "Sí, está muy a la moda. Es raro". ¿A lo mejor solo quiere parecerlo? "Sí, el presidente de Irlanda, el que acaba de irse, también quería".

Casi 30 años en el escenario, nuevo disco Hit Parade, y el 4 de junio apareces en el ALMA Occident Madrid. ¿Cuál es el secreto?
Pues no lo sé, tampoco tengo ningún plan. Sigue siendo una aventura. El hecho de que haga un disco con DJ Koze o antes con DJ Parrot fue porque lo conocía de Sheffield. Todas estas cosas me pasan como vivir, como respirar. ¿Sabes? Vivo, respiro y termino haciendo algo. Así me he tomado mi carrera. Y creo que por eso sigue siendo emocionante. No es ni demasiado ambicioso ni demasiado pensado. Así soy yo, y el trabajo es el resultado de cómo soy.
Si te pudieras encontrar con la Róisín Murphy con 15 años, ¿qué consejo le darías?
Mis padres tenían una personalidad muy diferente. Creo que estaban muy enamorados, pero se casaron muy jóvenes. Yo ahora llevo 13 años con mi pareja. Más de lo que alguna vez esperé estar con alguien, y quiero estar con él para siempre. Pero cuando era más joven no pensaba en eso como una posibilidad, o algo a lo que aspirar. Creo que me habría intentado decir a mí misma que, algún día, aspirara a tener una relación tranquila y feliz. Eso me habría chocado si me lo dicen a los 20 años, pero ahora es lo único que quiero. Quedarme con mi pareja hasta que seamos viejos, y no hacer nada más que almorzar, o dar un paseo en barco. Para mí eso sería un logro increíble. Mi mayor logro.