Carlos Sainz ya mira al próximo 5 de enero, al comienzo del rally Dakar, nada menos que su 15ª participación, en busca de su cuarto Touareg a sus 61 años. Un reto más para la leyenda, que este miércoles, acompañado de su copiloto Lucas Cruz en el circuito del Jarama, celebró la puesta de largo de su Audi RS Q e-tron, el prototipo con motor eléctrico de la marca de los cuatro aros con el que busca hacer historia.
Y olvidar el mal trago del 2023, aquel accidente que le causó una doble fractura de vértebras y, por supuesto, el abandono. El madrileño se mostró ilusionado con las mejoras del coche, que portará en sus chasis los más de 10.000 mensajes de ánimo y apoyo que los aficionados han hecho llegar a la pareja a través de las redes sociales. "Hace tres años empezamos un proyecto complejo, con un coche que parecía ciencia ficción. Ganamos etapas, lideramos el rally. Este año esperamos poder estar luchando hasta el final", desafió Sainz.
Además de analizar su participación en Arabia Saudí en el Dakar, el Matador no quiso dejar pasar la oportunidad de hablar sobre el Gran Premio de España de Fórmula 1 que, como anunció EL MUNDO, pasará de Barcelona a Madrid a partir de 2026. A pregunta de este periódico, Sainz se mostró entusiasmado con el evento. "Que España tenga un Gran Premio es fundamental. Si se confirma, como madrileño, os podéis imaginar lo feliz que me hace", pronunció.
"Sé lo que implica, la huella que deja un Gran Premio. El sitio (Ifema) logísticamente es imbatible en el mundo. Para Madrid sería fantástico", continuó el piloto, que confesó lo feliz que haría a su hijo Carlos correr en su ciudad: "Yo lo he experimentado, es algo único y fantástico. Va a disfrutar mucho". "Madrid es una ciudad divertida, capaz de lo mejor, estoy muy contento. Cataluña lo ha tenido mucho tiempo y lo ha disfrutado, antes fue en Jerez, y no hay regla escrita que diga que lo tenga que ser para siempre", añadió sobre la posibilidad que Montmeló pierda el Gran Premio de España y elogiando que haya partido de una "iniciativa privada y nadie va a poder señalar a nadie": "Animo a quien tenga capacidad de decisión. Ojalá suceda", concluyó.
Los desafíos de Sainz son múltiples. Conseguir su cuarto Dakar con cuatro escuderías diferentes, ser el primero en hacer con un coche híbrido y lograrlo con Audi enel que puede ser su último año en Arabia. Pero el madrileño es consciente del paso del tiempo. «Mi futuro no lo sé. Toda la energía esta en el Dakar de este año y cuando acabe habrá tiempo de analizar cómo ha ido, cómo me he encontrado físicamente, cómo de competitivo he sido, si me he divertido... son preguntas que uno se tiene que hacer, sobre todo a estas alturas de la carrera deportiva», aseguró. «Dejaré un par de días, seré honesto conmigo mismo, me preguntaré esas cosas y veré si la balanza cae hacia el lado de seguir intentándolo. Me miraré al espejo, me haré esas preguntas y contestaré. Me he ganado el derecho a que se respete cualquier decisión que sea, seguir en otro proyecto si existe y lo decido, y parar si decido parar», añadió durante la presentación del coche.