El brasileño Pablo Lima y el español Alejandro Galán se proclamaron este domingo en el Palau Sant Jordi de Barcelona, ante más de 9.000 espectadores, campeones del Master Final World Tour, al derrotar en la final a los argentinos Fernando Belasteguín y Agustín Tapia por 7-6 y 6-3.
Lima conquistó su tercer título consecutivo tras ganarlo las dos anteriores ediciones, formando pareja Fernando Belasteguín, al que en esta ocasión tuvo como rival después de que ambos jugadores decidieran separar sus caminos y apostar por dos jóvenes jugadores de gran proyección como compañeros.
El partido tuvo un primer set igualadísimo que se decidió en el 'tie break', después de que ninguna de las dos parejas cediera su servicio en los 12 primeros juegos. Lima y Galán se crecieron tras llevarse la primera manga y fueron directamente a por el partido.
Un 'break' a favor de la pareja hispanobrasileña en el sexto juego del segundo les puso 5-2 en el marcador después de asegurar su servicio. Pudo acabar el partido en el octavo juego cuando Lima y Galán dispusieron de tres bolas de 'break' para llevarse la final, pero Belasteguín y Tapia se resistieron y acabaran ganando su servicio. Hicieron lo propio sus rivales en el noveno juego para acabar llevándose el partido.
Pablo Lima conquistó de esta manera por tercer año consecutivo el título de Maestro mientras que el madrileño Alejandro Galán, de 23 años, se convierte en el jugador más joven de la historia en conquistar este torneo.
Salazar y Sánchez derrotan a 'las Martas'
En la final femenina, resuelta en el 'tie-break' de la tercera manga, Alejandra Salazar y Ariana Sánchez se proclamaron 'maestras' ante Marta Marrero y Marta Ortega en un partido frenético que se prolongó durante tres horas.
La madrileña y la catalana tuvieron que firmar tres roturas para llevarse un equilibrado primer parcial, en el que llegaron a gozar de una ventaja de 3-0. Sin embargo, la victoria de las 'Martas' en el segundo set propició la disputa del tercero. Salazar y Sánchez, que tuvieron bola de partido en el undécimo juego, tuvieron que esperar a la muerte súbita para alzar el título.
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