MACROECONOMÍA
Impuestos

¿Quiénes son los grandes pagadores del IRPF? Ocho millones de trabajadores de clase media abonan 50.000 millones al año

Las rentas de entre 21.000 y 60.000 euros aportan por sí solas la mitad del conjunto de la recaudación de este impuesto

La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero.
La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero.B. DÍAZ
Actualizado

En España hay algo más de ocho millones de contribuyentes que declaran en el impuesto de la renta entre 21.000 y 60.000 euros. 8,1 millones, en concreto, que representan la clase media trabajadores española y que de manera conjunta abonan 50.000 millones de euros al año por el IRPF. Son, por lo tanto, los grandes pagadores del principal impuesto del sistema tributario.

Tanto es así que, según las últimas cifras recogidas por el Consejo General de Economistas y referentes a 2021 (último año del que existen cifras por tramos de renta), esos 50.000 millones son más de la mitad de la recaudación total que se alcanzó ese año. A continuación se sitúan los contribuyentes con rentas de entre 60.000 y 150.000 euros, que siendo menos de un millón aportan más de 21.000 millones. Después están los contribuyentes que declaran rentas entre 150.000 y 600.000, que suman 123.000 liquidaciones y su aportación se dispara hasta los 10.000 millones.

Los contribuyentes que declaran entre 12.000 y 21.000 euros, que son un total de 4,5 millones, aportan mediante el IRPF algo más de 7.600 millones. Y los apenas 12.000 ciudadanos que declara más de 600.000 euros, abonan 6.500 millones de euros.

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El hecho de que la clase media sea la gran pagadora del gran impuesto, además, no ha hecho más que acentuarse en los últimos años y así lo será seguirá siendo en los siguientes. También, por supuesto, en el IRPF de 2023 que desde hoy comienza a liquidarse en la campaña de la renta. A partir de este 3 de abril y hasta el 1 de julio, los contribuyentes podrán presentar sus declaraciones por internet. Los ciudadanos que deseen confeccionar su declaración con ayuda telefónica lo podrán hacer a partir del 7 de mayo, y la atención presencial comenzará el 3 de junio.

Sin alivio fiscal en el IRPF

Seguirán siendo los grandes pagadores del impuesto porque, entre otras cosas, no se ha aplicado ningún tipo de alivio fiscal en el IRPF para estas rentas. Una ayuda muy clara, y que está ampliamente recomendada en los manuales económicos, hubiese sido la deflatación de impuesto, su adaptación a la inflación. Pero el Ministerio de Hacienda de María Jesús Montero siempre se ha negado y, en consecuencia, ha aplicado una subida fiscal encubierta. Esto ha provocado un doble castigo para los contribuyentes. Porque, por una parte, las subidas salariales que han registrado han estado, en la inmensa mayoría de los casos, por debajo de la inflación y han perdido poder adquisitivo; y, por otra, porque Hacienda les ha exigido un mayor pago en el IRPF.

El mayor tipo efectivo

Precisamente por ello, como publicaba ayer EL MUNDO, el tipo efectivo medio del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas en 2023 fue el más elevado de la historia: un 14,3%. «La realidad es que los españoles pagan más IRPF que nunca, y el tipo efectivo global de los principales impuestos es también el más alto de la historia», explicaba el inspector de Hacienda y experto fiscal, Francisco de la Torre. Esto, evidentemente, ha afectado de manera muy directa y sensible a los grandes pagadores del impuesto.

Tampoco hay deducciones

Otra situación que no ha hecho más que incidir en el castigo fiscal para las rentas medias es el fin de la práctica totalidad de las deducciones fiscales a la que tenía derecho en el pasado. Una muy importante fue la que se aplicaba por la compra de vivienda habitual, pero la crisis financiera y del ladrillo se llevó por delante esa gran ayuda, al igual que lo hizo con los créditos por el 100% del valor de la casa en cuestión que ofrecían las entidades bancarias.

Para saber más

Y también se han quedado prácticamente en nada las desgravaciones por aportación a los planes de pensiones individuales. Cuando llegó Pedro Sánchez a la Moncloa, el límite estaba en 8.000 euros, pero el Ejecutivo redujo la cifra primero a 2.000 euros y, finalmente, a 1.500 euros. El motivo que se alegó es que era preferible transferir este beneficio fiscal a los planes de empleo, que son planes de pensiones ofrecidos por las empresas a sus trabajadores. El problema es que estos vehículos no están en absoluto extendidos entre el tejido empresarial español.