ELECCIONES VASCAS 2024
Elecciones vascas 2024

PNV: Salvados por la campana de Vizcaya

Los nacionalistas vascos ocuparán de nuevo la 'lehendakaritza' pactando con el PSE pero han recibido un aviso muy serio de EH Bildu, su más próximo rival

Imanol Pradales, candidato del PNV, en el momento de depositar su voto en Portugalete (Vizcaya).
Imanol Pradales, candidato del PNV, en el momento de depositar su voto en Portugalete (Vizcaya).Javier ZorrillaEfe
Actualizado

El PNV podrá sentarse de nuevo al frente de la lehendakaritza pero ha recibido un aviso más que serio de su principal rival, EH Bildu. Los nacionalistas vascos con Imanol Pradales al frente podrán reeditar el Gobierno de coalición con los socialistas. Vizcaya, la provincia históricamente más favorable al partido jetzale ha acudido una vez más en su auxilio y también lo ha hecho un PSE que jugaba en estos comicios a ser más muleta de los nacionalistas que bisagra entre estos y los abertzales. El candidato socialista, Eneko Andueza, lo confirmó desde el principio.

Pradales, un candidato nuevo que antes de iniciar la campaña resultaba un desconocido para la mitad de los vascos, ha conseguido resistir la durísima arremetida de Bildu que también ha acudido a las urnas con otro novato, Pello Otxandiano. La fortaleza de los nacionalistas, que han mejorado la marca en votos que obtuvieron en las elecciones de 2020 -ahora, han superado los 365.000 frente a los 349.960 que obtuvieron hace cuatro años- no han conseguido sin embargo superar a los abertzales en escaños.

PNV y EH Bildu ocuparán los mismos asientos -27- en el Parlamento de Vitoria. El ascenso del partido liderado por Otxandiano ha sido espectacular. La formación fundada por Sabino Arana sólo ha sido superada en escaños en una ocasión, en 1986, y fue a manos del PSE. Anoche, faltó muy poco para que se produjese la segunda.

Igualmente, el PNV siempre ha ganado en votos en todas las convocatorias electorales y esta vez lo ha vuelto a hacer. Su fortaleza, hasta ahora inexpugnable, sigue siendo la provincia de Vizcaya, de lejos la más poblada, donde ha obtenido casi 219.000 de los 364.000 votos logrados en todo el País Vasco. En las otras dos provincias, Álava y Guipúzcoa, ha sido superado claramente y por primera vez por EH Bildu: en la primera, por casi 4.000 votos y en la segunda, por casi 30.000. En las tres capitales, los nacionalistas lograron ser los más votados en dos: Bilbao con contundencia y San Sebastián por menos de 500 votos. En Vitoria, se impuso EH Bildu.

A los nacionalistas vascos, hegemónicos en Vizcaya, les penaliza el sistema electoral que reparte 25 escaños por provincia al margen de la población votante de cada una de ellas.

Con los resultados obtenidos anoche, el PNV seguirá gobernando Euskadi y mantendrá así su racha histórica sólo interrumpida en el periodo 2009-2012 cuando, gracias al PP, el socialista Patxi López, ocupó la lehendakaritza pese a haber quedado en segunda posición en las urnas.

Sin embargo, los nacionalistas saben que en el periodo que tienen por delante deberán redoblar esfuerzos para no perder el liderazgo del nacionalismo. Bildu le pisa los talones con un resultado histórico y en trayectoria ascendente.

Anoche, apenas unos minutos después de conocerse los datos definitivos de la votación, el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, capitalizó el triunfo ante sus seguidores.

Exultante y a todas luces aliviado tras un recuento de infarto en el que en ningún momento su partido logró despegarse de la persecución abertzale, afirmó haber recibido con claridad el mensaje de la ciudadanía.

Aseguró que su formación está dispuesta a «dejarse la piel» para gobernar «en beneficio de todos» y anunció que desde hoy mismo el PNV se pondrá manos a la obra para contactar con el resto de formaciones políticas y conformar un Ejecutivo, en el que con toda probabilidad tendrá que dar entrada a los socialistas, para «liderar a la sociedad vasca con un proyecto y un Gobierno plural».

«Tenemos», dijo, «un programa sólido y trabajaremos para acordar un programa de gobierno con el objetivo de dotar a Euskadi de estabilidad, credibilidad y confianza».

Tras Ortuzar, fue el turno del candidato y próximo lehendakari. Imanol Pradales quiso poner el foco en la ciudadanía que, con la victoria del PNV, aseguró, «sale reforzada». Pradales se mostró dispuesto a «defender los intereses de toda la sociedad» y «dar todo por Euskadi con trabajo y con humildad».

Los dos dirigentes pusieron empeño en dirigir su mensaje a todos los vascos y no deslizarse hacia eslóganes identitarios o soberanistas. Probablemente porque son conscientes de que ello sería un obstáculo en su pacto con los socialistas y porque en ese terreno Bildu tiene las de ganar.