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Febrero ha sido un mes nada sencillo para el PSOE. A la ya omnipresente amnistía, cuyo recorrido desgasta al Ejecutivo de Pedro Sánchez desde el primer día de legislatura, se han sumado el batacazo electoral en Galicia y la explosión del caso Koldo, que salpica al menos a cuatro ministerios y dos gobiernos territoriales socialistas con dirigentes que ocupan hoy puestos en la primera línea de la política nacional. A la espera de conocer el grado de implicación de sus protagonistas y el alcance de esta investigación en sus diferentes frentes abiertos, el escándalo ha supuesto un shock en la opinión pública que ya tiene su eco en los análisis demoscópicos y que acelera la dinámica alcista del Partido Popular, que aprovecha el debilitamiento del PSOE en las últimas semanas y sumó un diputado cada tres días en febrero.
Es esta la principal conclusión que se extrae de El Panel elaborado por Sigma Dos para EL MUNDO, que en su entrega del mes de marzo acredita el impacto que el caso de presunto cobro de comisiones ilegales en la compra de mascarillas durante la peor fase de la pandemia ha generado sobre el PSOE: los de Pedro Sánchez pierden en tan sólo un mes 7 diputados y, de celebrarse hoy elecciones, quedarían con 115 parlamentarios, seis menos que los 121 del 23 de julio, convertidos en 120 desde el pasado martes, cuando José Luis Ábalos firmó su histórico traslado al Grupo Mixto.
El sondeo, que recoge estos acontecimientos al haber sido elaborado entre los días 22 y 29 de febrero, dispara por el contrario al PP, que tras el éxito de su quinta mayoría absoluta consecutiva en Galicia se consolida como primer partido nacional y crece 1,2 puntos respecto a hace un mes. El resultado propulsa a Alberto Núñez Feijóo hasta 26 escaños por encima de lo conseguido en las urnas en julio: 163 parlamentarios tendría hoy el PP, lo que supone una subida de 10 en los últimos 30 días.
El empuje de los populares se explica ya también por la captación de voto de centro, pues buena parte de lo que gana es a costa del elector menos ideológico del PSOE. El 5,7% de ex votantes de Sánchez ahora respalda a Feijóo, que se propulsa, como ha ocurrido en meses anteriores, gracias también a las fugas de Vox. Los de Santiago Abascal ya pierden uno de cada cuatro electores del 23-J (27,9%), que se pasarían a la papeleta azul si hoy volvieran a celebrarse elecciones, y sólo retendría el 65,8% de los votos. El resultado de este goteo es que Vox, con un 10,2% en intención de voto, queda en 21 diputados y pierde dos respecto al mes pasado, pero la bajada es de una docena si se compara con el reparto actual del Congreso, donde el grupo parlamentario comandado por Abascal cuenta con 33 diputados y es tercera fuerza.
En cualquier caso, Vox hoy seguiría ocupando dicha posición porque su competidor en intención de voto, Sumar, también acusa un marcado retroceso demoscópico. El fracaso electoral en Galicia -la tierra de Yolanda Díaz, que no logró movilizar al votante de las mareas, absorbido totalmente por el nacionalismo-, la grave herida abierta con Podemos y el perfil bajo mantenido en los últimos meses en el Ejecutivo pasan factura al espacio comandado por la vicepresidenta segunda del Gobierno.
La consecuencia para Sumar es una caída de casi tres puntos desde julio: hoy obtendría un 9,4% de los votos, lo que le permitiría retener sólo 19 escaños, muy por debajo de los 31 que logró el 23-J, reconvertidos en 27 tras la salida de los componentes de Podemos a principios de diciembre. Los morados, por cierto, conseguirían ahora dos diputados si se presentaran por separado, y seguirían profundizando en la brecha con el espacio de Yolanda Díaz, que vería cómo decae el 13,7% de los votos que recibió en los últimos comicios. Otro 11,5% iría a parar al PSOE.
La clave gallega marca sin duda las tendencias registradas en El Panel de este mes. Preguntados acerca de qué líder político sale más reforzado del 18-F, seis de cada 10 encuestados (58,3%) señalan a Alberto Núñez Feijóo, que ya venció en cuatro ocasiones en la carrera hacia la Xunta y ahora, como presidente nacional de su partido, amarró una nueva mayoría absoluta, confiada a su mano derecha en sus años en el Gobierno gallego, Alfonso Rueda, frente al empuje del nacionalismo, que no logró los apoyos suficientes ni tan siquiera en alianza con el PSOE.
En el lado opuesto, un 37,6% opina que Pedro Sánchez es el gran perjudicado del paso gallego por las urnas después de que los socialistas hayan registrado en esta región su peor resultado histórico. Pero existe una clara división de opiniones: el 24,6% señala a Yolanda Díaz por el sonoro fracaso en su tierra y un 14,8% apunta a Santiago Abascal por haber quedado nuevamente fuera del Parlamento gallego, única cámara regional que se le resiste a Vox, completamente arrinconado en Galicia por el PP ahora de Rueda.
En lo que se refiere a la valoración de líderes nacionales, el más cercano al aprobado es Núñez Feijóo, con un 4. Sánchez y Yolanda Díaz empatan con una nota algo inferior, un 3,5 sobre 1o. En última posición se mantiene Abascal, que registra un 2,8, a pesar de que recibe la máxima nota de un dirigente entre los votantes de su propia formación: un 7,7.