FORMACIÓN
Formación online

El MBA se resiste a perder su estatus

Actualizado

Pese a que la oferta de posgrados es cada vez más amplia en los formatos 'online' y presencial, el MBA sigue considerándose el programa por antonomasia en el ámbito de la dirección empresarial.

Los MBA de las escuelas y universidades españolas han crecido en cantidad y en calidad gracias a la fuerte competencia internacional.
Los MBA de las escuelas y universidades españolas han crecido en cantidad y en calidad gracias a la fuerte competencia internacional.

Los cursos de posgrado proliferan desde hace décadas. Los estudiantes y profesionales son cada vez más conscientes de la necesidad de incrementar sus niveles de formación en todos los terrenos: gestión pública, administración de empresas, comunicación, especializaciones en negocios muy concretos... Hasta la gestión del fútbol cuenta con másteres en la Escuela Universitaria Real Madrid, en colaboración con la Universidad Europea, o el Fútbol Club Barcelona a través del Johan Cruyff Institute, con el sello de la Universidad Autónoma de Barcelona. Más de un millar de oportunidades se ofrecen a estudiantes y profesionales para crecer en las más variopintas áreas de conocimiento.

¿Tanta competencia (y tan atractiva) ha erosionado la influencia de los másteres en administración de empresas o MBA (Master in Business Administration, por sus siglas en inglés)? La respuesta es no. Y eso que estos másteres también se han multiplicado y la competencia no es nacional, sino mundial. Porque, con un MBA de prestigio, se incrementan las probabilidades de empleo de los alumnos hasta en un 100% y todavía hay más probabilidades de ascender de rango empresarial, lo que viene acompañado de mayores éxitos profesionales y mejores salarios. Los MBA, en suma, se mantienen como la joya de la corona en la formación de directivos y gestores de alta responsabilidad.

La clave de este desarrollo ascendente y sin baches se encuentra, en buena parte, en la colaboración de las compañías con los centros educativos públicos o privados, que instauran sus propias escuelas de dirección de negocio. Y dentro del ámbito exclusivo de la formación y la docencia, la explicación reside en la mezcla de teoría y práctica, tecnología y metodologías innovadoras, de forma que el alumno puede aprender actuando sobre las materias concretas a las que se dedique el MBA seleccionado.

Por otra parte, si los MBA se sostienen en primera línea de aprecio por parte de los licenciados y graduados también es por su afán de introducir nuevas tecnologías y, muy especialmente, por diversificarse en materias y territorios. Además, todo eso lo hacen apostando por una formación global para la dirección y administración de empresas, y con una perspectiva adicional especializada: así, veremos másteres con el foco en los aspectos financieros, de márketing, comunicación y turismo o casi de cualquier nicho comercial que interese. Al abrir este abanico, la dimensión de los MBA ha ido extendiéndose progresivamente desde sus inicios, en los años 60 del siglo pasado.

«Hay un tema de fondo», recalca Marc Badía, associate dean (vicerrector) de IESE para los programas MBA y MiM. «Las empresas contratan MBA que no están pensados solo para estudiantes, sino que son programas para profesionales que necesitan actualizar sus conocimientos y ampliar el marco de actuación. La relevancia de las empresas en los másteres siempre ha existido y hoy incluso se ha acentuado en algunos casos».

triple salto mortal

Los matriculados en los MBA de esta escuela de negocios de la Universidad de Navarra son personas con amplio background, con bastante experiencia en empresas. «De hecho, la experiencia media de nuestro programa son cinco o seis años, cuando hasta hace poco era de tres», explica el responsable de IESE. La idea, en algunos casos, es ascender o mejorar de cargo en la organización en la que se trabaja. «En algunos casos, se busca una posición más de dirección y de management. Hay ingenieros que ven nuestro MBA como una posibilidad de cambio de compañía, geográfico o de sector, lo que llamamos el triple salto mortal».

Esta misma idea la transmite Jan Hohberger, associate dean full time MBA de Esade: «Podemos comprobarlo con nuestros estudiantes del MBA que se graduaron en 2022. Un 70% cambió de función, de localización geográfica o de sector de actividad. ¡Y un 39% cambió las tres variables!». Y añade, también, que «otro número creciente de estudiantes termina desarrollando proyectos emprendedores».

El currículo de un posgraduado en MBA supone una ventaja de salida que después habrá que confirmar utilizando las herramientas que ha aprendido a desarrollar, en la mayoría de los casos durante dos años de estudio (aunque la duración puede ser menor). La expectativa salarial crece hasta un 90%, según algún estudio publicado, con lo que la inversión en formación, que no es pequeña, pronto va a resultar productiva.

Jorge Martín Baleriola, director del MBA con especialización en Finanzas del Instituto de Estudios Bursátiles (IEB), explica por qué, en su opinión, se ha convertido en uno de los más interesantes másteres especializados: «Ofrece una visión global de la gestión de una compañía y desarrolla competencias directivas, con el empleo de tecnologías de última generación y metodologías innovadoras en la gestión de proyectos. Por ejemplo, se toman decisiones tras la interpretación de datos con la herramienta business analytics como referencia y se aporta un enfoque comercial centrado en las necesidades del cliente».

Sobre metodologías también habla Badía: «Nuestro método supone un entrenamiento diario en la toma de decisiones; entrenamos a la gente en centenares de clases, discutidas en el equipo para que después, en clase, te vaya cambiando la manera de pensar, para poder diferenciar con claridad lo relevante de lo que no lo es».

«La oprtunidad que generan los MBA viene tanto de qué se aprende, así como de cómo y con quién se aprende. En muchas ocasiones, los estudiantes de nuestros MBA encuentran apoyos, referentes y futuros socios entre sus compañeros», apostilla Hohberger.

En opinión de Badía, existe otro factor adicional que puede decantar la elección hacia el MBA que él mismo dirige en IESE, uno de los más preciados: «Estos másteres de dirección empresarial se han reforzado al competir internacionalmente con escuelas muy buenas. Por un lado, nosotros hemos apostado por la diversidad del alumnado que atraemos. Las escuelas y universidades americanas (léase, de EEUU) hablan de diversidad, pero de minorías locales. Nosotros tenemos ahora 70 países representados y procedentes de muy distintos campos: comunicación, abogacía, medicina... Es algo que le gusta a los candidatos y a las empresas, que piden multiculturalidad de verdad».

selección del alumnado

Las escuelas y universidades que imparten estos másteres cuidan con mucho esmero la selección de los grupos de alumnos. Prácticamente nada es casual: ni la composición étnica, geográfica o de género de cada equipo, ni por supuesto el método de criba. Porque no todo el que quiere y puede encuentra acomodo en estos programas.

«Ya preparar las correspondientes rondas y currículos supone un esfuerzo. En los procesos se anima a gente con posibilidades, pero preparar al candidato lleva mucho tiempo. Antes realizamos entrevistas informativas, vemos el nivel de intervención en las clases y de inglés. Al final, la entrevista personal sobre la experiencia anterior y los valores de la escuela tienen máxima importancia», apunta Badía. La composición de las clases, al menos en la escuela de negocios de la Universidad de Navarra, se consigue con algoritmos para no repetir profesiones, edades o naciones.

Tan importante como eso es configurar un claustro de profesores que otorgue un máximo de calidad a la enseñanza. En el caso del IEB, y prácticamente de todas las instituciones de prestigio, está compuesto por profesionales del sector del que trate el máster. «En la última promoción de nuestro MBA de Finanzas hemos incorporado seminarios y charlas de directivos de compañías líderes en sus sectores que cuentan su experiencia desde un punto de vista personal y práctico», apunta el profesor Baleriola.

Así, los alumnos del máster (abierto a licenciados, graduados, ingenieros, directivos, cuadros medios o emprendedores) interesados en el mundo empresarial han aprendido de primera mano las diversas formas de solicitar financiación a una entidad bancaria o analizar el proceso de la compraventa de una empresa. Este MBA especializado en Finanzas es presencial y se extiende 10 meses, estructurándose en 500 horas lectivas.

El enfoque diferencial de cada escuela o universidad es uno de los atractivos de los MBA que se ofertan. En este sentido, Hohberger pone en el énfasis en los puntos fuertes del programa del que es coordinador en Esade: «Hay dos características principales que diferencian al MBA de Esade de otros muchos», expone. «En primer lugar, nuestro enfoque en temas de innovación y emprendimiento. Estos elementos forman parte del ADN de Esade y se encuentran integrados en el programa de forma práctica e inmersiva. La capacitación formal proporciona los conocimientos técnicos, pero para tener éxito como innovadores y emprendedores los estudiantes deben experimentar e implementar en entornos reales para poder desarrollar una perspectiva aplicada que marca la diferencia».

Si el MBA de este centro es un programa de prestigio mundial que ofrece a sus participantes «una excelente formación y una potente red internacional de contactos», tal como destaca el propio Hohberger, lo mismo puede decirse del MBA de IESE, que cuenta con «una calidad docente muy alta», según Badía. «Y no lo digo porque los profesores sean mejores, lo sé porque cuando los alumnos regresan de los programas de prácticas en algunos campus nuestros (New York, São Paulo, Nairobi...) nos lo dicen. Se ven obligados a prepararse muy bien cada clase, que es más importante que cualquier conferencia».

Por su parte, Karyn Elizabeth Suárez Mosqueda, directora del International MBA de ESIC, resalta «la experiencia intercultural» de su programa, lo que considera «fundamental para ser gestores en ambientes globales». Y añade: «Aporta gran visión a la hora de liderar en un mundo global a todos los stakeholders hacia empresas internacionales innovadoras, rentables y más sostenibles».

Por todo ello, los principales ránkings internacionales incluyen a los MBA de las escuelas y universidades españolas entre los mejores del mundo. Parecen seguir la pauta que Hohberger cita a la hora de hablar de su máster: «Un MBA te forma para tomar mejores decisiones, liderar equipos y entender las palancas clave para gestionar una empresa hoy y en el futuro, entendiendo los retos y oportunidades que nos plantea el contexto. Para ello, es fundamental contar no solo con conocimientos, sino también con una base sólida de networking y desarrollar una mentalidad que permita afrontar nuevos retos».

Del elitismo a la democratización

Cursar un Master in Business Administration (MBA) tradicionalmente no era barato, al menos en la era de la presencialidad. Ahora, entre los programas básicos se pueden encontrar chollos como el MBA virtual del Instituto Europeo de Estudios Empresariales, que no alcanza los 2.000 euros. Pero esta excepción, que en sus enunciados resulta más que atractiva, se aleja mucho de la regla. Y lo mismo ocurre con el Máster de Dirección y Administración de Empresas presencial completo que ofrece la Universidad Complutense de Madrid (UCM), cuyo coste ronda los 4.000 euros.

Los MBA con mejores puntuaciones en los registros internacionales, como los de IESE-Universidad de Navarra o IE, se mueven en el entorno de los 80.000-90.000 euros, aunque en el primero hay un Global Executive MBA que llega a los 120.000 euros. Muy por debajo de estas cantidades, y con buenos contenidos formativos, aparecen opciones como el MBA Executive de la Pompeu Fabra, por 31.000 euros; el 'online' de la Universitat Oberta de Catalunya, por 25.000 euros; o el especializado en Finanzas del Instituto de Estudios Bursátiles, por 18.500 euros.

Además, buena parte de las instituciones educativas citadas ofrecen a los alumnos la posibilidad de matricularse con una beca de apoyo o con una financiación ventajosa.

Dependiendo del número de sedes en España o en el extranjero, las escuelas de negocios y universidades se cuidan en seleccionar tanto a su profesorado como al alumnado, que deberá pasar una serie de cribas para formar parte del MBA que se pretenda cursar. Desde una veintena de alumnos a 600 o más, lo fundamental es que este máster esté orientado en el sentido que marquen las aspiraciones profesionales del estudiante.

Conforme a los criterios deThe Trust Project

Saber más
EducaciónCómo la Universidad dejó de creer en la verdad: "Se ha convertido en una fábrica de producir mentiras"
TransporteZeleros, los españoles que persiguen el sueño de Elon Musk
EducaciónLa nueva Selectividad tendrá criterios comunes de corrección en todas las autonomías