FORMACIÓN
Universidad y empresa

El reto de las universidades de darle a las compañías el talento que necesitan

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La baja presencia de alumnos en las ramas científico-tecnológicas limita el número de candidatos. Por esta razón, universidades y empresas están tratando de aumentar el atractivo de estas áreas de conocimiento.

Las universidades cada vez apuestan más por unir las artes y las ciencias
Las universidades cada vez apuestan más por unir las artes y las ciencias

España busca talento técnico. Se trata de un déficit histórico, pero acentuado durante los últimos años con la actual y vertiginosa transformación digital de la industria, que ha hecho que los profesionales altamente capacitados en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés) estén hoy más codiciados que nunca. A pesar de que estas ramas ofrecen las mejores perspectivas laborales, el problema es que eso no parece ser un reclamo suficiente.

Ese hecho ha metido a las universidades en una carrera de largo recorrido por fomentar estos perfiles, con nuevas fórmulas que, por un lado, impliquen directamente al tejido empresarial y, por otro, rompan el decálogo de estigmas por los que la atracción del mundo STEM sigue siendo tan baja. No en vano, en su último informe, la Fundación CYD alerta de una "preocupante" menor especialización en ámbitos de estudio ligados a estas disciplinas (solo el 25% del alumnado inicia una titulación en ellas) en comparación con el conjunto de la Unión Europea (27%).

Lo positivo es que los esfuerzos de universidades y empresas han logrado (lentamente) que las ingenierías y la ciencia estén cada vez más valoradas por los jóvenes a la hora de orientar su futuro. Sin embargo, en esta coyuntura sigue existiendo una acusada brecha de género que hace inevitable que se ponga el acento en la reducida presencia femenina (las mujeres apenas suponen el 16% del alumnado), en un ámbito que, a lo largo de su historia, ha estado altamente masculinizado.

"No se están cubriendo los perfiles STEM, y hay que fomentarlos en todos los géneros, pero es necesario un esfuerzo especial en el caso de las mujeres". Son palabras de Yolanda González, directora de la Cátedra Mujer STEM de la Universidad Pontificia Comillas, que fue puesta en marcha en 2021 precisamente para analizar y divulgar qué falla en este campo, así como para promover iniciativas de mejora.

Hay varios factores clave que explican el desinterés de los jóvenes por estas carreras de alta exigencia. Según detalla González, uno tiene que ver con la filosofía del esfuerzo y con que "ha cambiado la sensación de que con esa cultura del sacrificio es posible labrarse un futuro". A eso añade que "existe un desconocimiento en el ámbito familiar de estas profesiones, hacia las que no se suele espolear a los jóvenes, algo muy a tener en cuenta, porque más de la mitad de ellos tienden a elegir lo que hay o escuchan en sus familias".

FALSA IMAGEN

Un problema adicional, en el caso de las mujeres, tiene mucho que ver con la ausencia de referentes femeninos y con que, desde pequeñas, se ven atrapadas en estereotipos de género y en etiquetas que hacen ver estas ramas como únicamente aptas para los chicos. Incluso se tiende a pensar que no cuentan con la misma autoeficiencia para afrontarlas.

Según González, "esto es más acusado aún en la formación profesional, donde solo uno de cada diez estudiantes de FP de familias profesionales STEM es mujer". Fomentar las vocaciones STEM en alumnos de esas modalidades es, justamente, uno de los aspectos principales en los que trabaja su cátedra, que surgió como una iniciativa de Iberdrola y la Empresa Municipal de Transportes de Madrid (EMT) ante las dificultades para encontrar personal técnico (sobre todo, femenino) para gestionar parques eólicos o impulsar una movilidad más sostenible.

ACOMPAÑAMIENTO

En líneas generales, tal como asegura Rosa Visiedo, rectora de la Universidad CEU San Pablo, la ingeniería "es de los campos STEM que menos demanda presenta". Sus estereotipos negativos la convierten en una rama poco atractiva. En el caso de las mujeres, agrega, este problema es más acusado y choca con la evidencia de que "suelen ser mejores los resultados académicos de ellas que los de los hombres". Por eso, desde hace un par de años esta universidad participa en programas de mentoring con la Real Academia de Ingeniería, en los que "las propias mentoras también son mujeres" para fomentar estos perfiles.

Lo cierto es que las universidades intentan, cada vez más, acercar la ciencia y la tecnología a las edades más tempranas. Por ejemplo, José Francisco Montserrat, vicerrector de Internacionalización y Comunicación de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV), menciona el auge de talleres, eventos a pie de calle y ferias "para que los niños se acerquen y vean que la tecnología es accesible". Y también destaca la celebración del concurso Up! Steam, para retarles a diseñar una ciudad sostenible y digital, así como encuentros con referentes sociales para poner de relieve su aportación a la sociedad como por ejemplo un alumni que ha logrado castrar al mosquito del dengue.

La UPV se ha convertido en una de las instituciones pioneras en promover estas disciplinas con el arte como hilo conductor a través de su Cátedra Steam. El fin es que los estudiantes encuentren en las ciencias y la tecnología un campo con potencial creativo e innovador, además de motivador, y no un trabajo meramente mecánico. "Hay muchos títulos asociados al arte, como Ingeniería de Organización Industrial o Tecnología Multimedia, en los que suelen dominar las mujeres en número y prestaciones", dice Montserrat.

En el mismo sentido, María Cruz, subdirectora de la Escuela de Arquitectura, Ingeniería y Diseño para Postgrado de la Universidad Europea, indica que "la creatividad y la salud son las preferencias [de las jóvenes] y, probablemente, venga derivado de la educación que se les da como sociedad".Su universidad, que también ofrece un gran abanico de títulos Steam, ha intensificado igualmente las acciones para fomentarlas. Entre ellas, talleres de robótica y tecnología en centros de Secundaria o en la Semana de la ingeniería de Caminos, donde los jóvenes participantes diseñaron un arco romano en plena Plaza de España de Madrid.

Por otro lado, los expertos subrayan la necesidad de abrir las puertas de las facultades a las empresas para tender puentes entre el talento y su futuro. En el CEU destacan uno de sus programa, que "permite a empresas como IBM o Indra organizar actividades directas con la universidad y plantear retos a los estudiantes". Y algo similar hacen las 92 cátedras de empresa de la UPV.

Uno de los retos de estas iniciativas es poner al alcance de los estudiantes las herramientas tecnológicas que se encontrarán cuando trabajen. El enfoque data-driven de la industria, que fomenta las decisiones basadas en datos, ha supuesto una llegada masiva de aplicaciones como Mineo, una plataforma para poner en producción proyectos de ciencia de datos de forma sencilla y a través de un entorno web en la nube. Del mismo modo, las universidades coinciden en que el auge de la inteligencia artificial y la democratización de herramientas como ChatGPT implican un paso más para revolucionar el interés por el mundo STEM, sobre todo, entre las féminas.

LAS EMPRESAS SE MUEVEN

La transformación de la industria ha aumentado el decalaje de oferta y demanda de empleo en perfiles STEM. Un claro ejemplo es el emergente papel del tren en la estrategia de movilidad europea, que, dada su gran especialización, es uno de los sectores con mayor tasa de empleo. "El ferrocarril está en el centro de todas las políticas y eso hace que suponga un reto para los recursos humanos captar profesionales suficientes", afirma Marta Díaz Molina, responsable de Talento de Alstom.

Según comenta, este nicho se encuentra "en una guerra de talento" para captar perfiles cada vez más cotizados, como data scientist, expertos en cibersegurdad o project managers. Por eso, remarca el afán de Alstom por impulsar colaboraciones con universidades y su programa de becas, con el que "ya se ha incorporado a 300 jóvenes en prácticas".

Por otro lado, un estudio de Accenture señala que las empresas tecnológicas tienen una media del 30% de presencia femenina en sus plantillas, un porcentaje mejorable. Una de las compañías que se encuentra por encima de esa cifra es Capgemini, donde las mujeres suponen el 33% de las posiciones directivas y el 31% del resto de la plantilla. Según su directora de Recursos Humanos en España, Mercedes Águeda, ahora tienen el foco en las campañas para motivar al colectivo femenino: "Es necesario que tengan un ambiente flexible, que puedan mantener ciertas conversaciones dentro o tengan la opción de hacer una excedencia en verano". Eso, añade, ha sido clave en su caso para que algunas antiguas trabajadoras hayan regresado.

EL DESINTERÉS POR LAS MATEMÁTICAS, UN PROBLEMA DE BASE

"La primera señal preocupante de que profesiones con una alta empleabilidad tengan tan poca demanda es el gusto por las matemáticas". Son palabras de María Cruz, subdirectora de la Escuela de Arquitectura, Ingeniería y Diseño para Postgrado de la Universidad Europea. Según el informe 'Igualdad en cifras 2021', elaborado por el Ministerio de Educación y de Formación Profesional, únicamente al 31% de las mujeres y al 42,7% de los hombres les gustan mucho las matemáticas.

La causa, arguye Cruz, podría encontrarse en la metodología utilizada: "Debe ser menos mecánica y más aplicada, usando, por ejemplo, un aprendizaje basado en proyectos, que es más motivador". En este punto, Rosa Visiedo, rectora del CEU, afirma que las universidades "están haciendo grandes esfuerzos para ajustar la oferta a ese problema detectado". Teniendo en cuenta ese condicionante, el CEU lanzó en 2022 varios títulos de arte digital, ingeniería matemática o videojuegos.

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