La banca siempre ha encontrado en la universidad un importante vivero de profesionales. Estos perfiles no sólo cursan las carreras más enfocadas al desarrollo de su trayectoria en el sector, sino todo tipo de estudios de posgrado que les ayudan a completar la creciente y cambiante lista de habilidades necesarias para postularse como candidatos idóneos a los puestos más buscados.
En concreto, el segmento de la banca privada es una de las especialidades al alza en la actual oferta laboral del sector financiero.
Itziar Mendia, profesora del Máster Universitario de Finanzas de Deusto Business School, identifica las tres actividades a través de las que se articulan habitualmente los servicios de gestión patrimonial: asset management o gestión de productos y carteras; wealth management o gestión de clientes, y back office, que incluye el control de riesgos y el área de compliance.
«En asset management, los conocimientos están muy relacionados con el ámbito financiero cuantitativo: contabilidad, valoración de empresas, construcción de carteras o análisis macro. Suelen formar parte de grados universitario tipo ADE, si bien herramientas informáticas más técnicas, e incluso algunos conocimientos de programación, son cada vez más útiles para tratar datos masivamente», asegura Mendia.
Atesorar en profundidad todos esos conocimientos no es tan necesario en el ámbito de wealth management, donde «se requieren más habilidades relacionales tipo soft skills para aportar el mayor valor posible a los clientes», añade la profesora de Deusto Business School.
Respecto a las labores de back office, las entidades precisan habilidades muy diferentes.
«En control de riesgos se pide una formación cuantitativa muy potente, mientras que para el área de compliance, un gran nicho de empleo actualmente, son clave conocimientos jurídicos que se adquieren, normalmente, en carreras como Derecho», agrega Mendia.
Paralelamente, la formación de posgrado se vuelve fundamental para profundizar en algunos de los conocimientos anteriormente citados. Eso sí, conviene tener muy clara la especialización y elegir el momento idóneo. «Mejor optar por programas más teóricos nada más terminar el grado y decantarse por otros más prácticos tras unos años de carrera profesional», agrega Mendia.
En opinión de María Obiols, directora del departamento de orientación Esade Career Services, en la actualidad resulta especialmente atractivo el perfil de analista y asesor de banca privada, «un híbrido que combina una parte analítica que estudia el patrimonio de los clientes con otro especializado en asesoramiento y conocimiento de las necesidades específicas de cada cliente desde un punto de vista comercial de captación y desarrollo de negocio».
En términos generales, los bancos buscan profesionales con conocimientos y habilidades en transformación digital, análisis de datos y gestión de riesgos, pero también en inversiones ESG.
En este sentido, la empleabilidad aumenta a medida que se registra un mayor desarrollo de las habilidades digitales, incluyendo la competencia en análisis de datos y el manejo de herramientas de visualización de inteligencia artificial.
Asimismo, los profesionales del sector deben estar al día en mercados emergentes y en todo tipo de tendencias. Y también es básico conocer el marco legal en el que se opera (normas, compliance, etc.), donde la formación continua es clave.
habilidades humanas
Más allá de los conocimientos tecnológicos, las entidades de banca privada siguen buscando profesionales con habilidades humanas. «Porque ellos son la clave para atender las necesidades de los clientes de forma personalizada, creando relaciones de confianza y cercanía», señala Iván Blanco, profesor del Departamento de Finanzas y Contabilidad de Cunef Universidad.
También se buscan perfiles con un profundo conocimiento financiero y una sólida comprensión de la tecnología. Los programas más valiosos combinan formación financiera, capacidad analítica y habilidades interpersonales, ofreciendo una educación para los desafíos de un sector que evoluciona constantemente y en el que es crucial actualizarse con programas de posgrado.