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Aprovechando la celebración del Día de la Madre en el Reino Unido, la princesa de Gales, difundió este domingo en sus redes sociales una fotografía en compañía de sus hijos. Kate Middleton había desaparecido de la escena pública desde enero, tras someterse a una cirugía abdominal. Las agencias no tardaron en hacerse eco y distribuyeron la imagen a través de sus servidores.
Horas después cuatro de las más importantes, Getty, France Press, Associated Press y Reuters, decidieron eliminarla de sus archivos. El trozo de manga que falta de la princesa Charlotte y la falda que se superpone, el exceso de desenfoque de la mano del príncipe Luis, la cremallera desalineada de Middleton, certifican la manipulación de la imagen.
Corta y pega, mascara de desenfoque, toque burdo de aficionado que no cae en detalles con aire de cierta ingenuidad. Sobre todo a sabiendas que esa fotografía va a dar la vuelta al mundo, y va a ser escudriñada por millones de ojos.
Ante el revuelo montado, la propia Kate Middleton ha lanzado un comunicado pidiendo disculpas a través de su cuenta en la red social X. 'Quería expresar mis disculpas por cualquier confusión que haya causado la fotografía familiar que difundimos ayer. Espero que todo aquel que lo celebrase haya pasado un feliz Día de la Madre'.' Como muchos fotógrafos aficionados, experimento ocasionalmente con la edición'.
La práctica cada vez más generalizada de monarquías, regímenes políticos e ideologías de toda índole, de difundir fotos y videos oficiales nos lleva a versiones dulces, complacientes y sesgadas de las noticias. Utilizando o inutilizando a conveniencia el sentido de las imágenes. Discernir entre realidad y ficción se transforma en un ejercicio de fe por parte de la ciudadania, que cuanto menos, lleva a sospechar de una censura encubierta.
Una foto de prensa, destinada a informar, no puede ser un experimento artístico de Photoshop, difundido por un fotógrafo aficionado. Requiere una explicación crítica e independiente de los hechos que se producen delante de la cámara.
El fotógrafo de prensa, el periodista, tienen que estar allí donde se produce la noticia para ser artífices de la explicación, ocupándose de lo real y su veracidad. La ausencia de prensa en el posado de la princesa y difusión de la foto manipulada, extienden sombras de duda. Los selfis quedan muy bien en el álbum familiar, donde las imágenes complacientes y los trucos siempre tienen su indulto.