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EEUU y Japón refuerzan su alianza militar como antídoto frente a la amenaza china

Joe Biden y Fumio Kishida alcanzan acuerdos en materia de Defensa durante una visita del premier nipón a Washington que incluirá una reunión trilateral inédita con el presidente filipino

Biden saluda a Kishida en la Casa Blanca.
Biden saluda a Kishida en la Casa Blanca.MICHAEL REYNOLDSEFE
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Casi 80 años han transcurrido desde que un piloto estadounidense dejara caer la bomba atómica sobre Hiroshima y hoy el entendimiento entre ambas naciones no puede ser mayor. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dejó claro en la visita del primer ministro japonés a Washington, Fumio Kishida, que hubiera sido fácil para los dos países mantenerse como adversarios dada la "devastadora" historia entre ambos. En lugar de eso, "decidimos convertirnos en amigos cercanos", anunciando una letanía de acuerdos bilaterales, especialmente en materia de Defensa con vistas a frenar la amenaza china en la región del Indo-Pacífico sobre Taiwán y su complicidad con la invasión rusa en Ucrania.

Biden subrayó "la monumental alianza entre nuestras dos grandes democracias" desde los jardines de la Casa Blanca. "Juntos la convertimos en más cercana, fuerte y efectiva que nunca en la historia". Posteriormente, ambos líderes anunciaron acuerdos que incluyen el compromiso de modificar la estructura de las fuerzas estadounidenses en Japón para una mejor integración, establecer un "consejo industrial militar" para coproducir armas de defensa y fortalecer su capacidad de antimisiles entre Estados Unidos, Australia y Japón. También han alcanzado pactos en materia económica, educativa, espacial y tecnológica.

El jueves tenían previsto dar un paso más en esa alianza regional al reunirse con el presidente Ferdinand Marcos Jr. de Filipinas, otra nación insular del Pacífico amenazada por la creciente presencia militar china en el mar de China. La visita de Kishida incluye una cena de Estado con toda la opulencia que acompaña a esta clase de fastos.

Para Kishida se trata de una visita con un cariz indudablemente personal. Regresa al país donde pasó una parte de su infancia en la década de los 60. El ahora primer ministro fue alumno de un colegio público de Queens, en Nueva York, durante tres años, inmerso en una diversidad racial de la que Japón aún hoy carece.

La agenda del premier nipón en EEUU incluye una visita a las nuevas plantas de producción de Honda y Toyota en Carolina del Norte como parte de su esfuerzo por subrayar el poderoso vínculo económico entre la primera y la cuarta potencia mundial. Japón sigue siendo el mayor inversor foráneo en tierras estadounidenses, según indicó en dos ocasiones el propio Biden. Kishida tocó de soslayo el asunto de la compra de US Steel por parte de la japonesa Nippon Steel, un acuerdo del sector acerero que podría suponer la pérdida de miles de puestos de trabajo en un estado especialmente sensible en materia electoral, Pensilvania.

Sí se refirió a la urgencia de alcanzar un alto al fuego permanente en Gaza, además de liberar a los secuestrados israelíes por Hamas e incrementar la ayuda humanitaria en la zona. Ambos coincidieron también en la posibilidad de mantener abierta la posibilidad de conversaciones con el régimen de Corea del Norte para frenar su programa nuclear, algo que "podría ser enormemente beneficioso para la estabilidad y paz de la región", en palabras del mandatario japonés.

Kishida no ha ocultado su temor a un efecto en cascada tras la guerra en Ucrania que pueda desatar un conflicto en la región del Pacífico. "Ucrania hoy puede ser el este de Asia mañana", señaló. De ahí el giro radical en gasto militar en el que ha incurrido su país en el último bienio, incrementando la partida en Defensa hasta el 2% del producto interior bruto. Kishida quiere trasmitir el mensaje al resto de la comunidad internacional de que su país está preparado para responder a una posible agresión externa, contando con poderosos aliados.

"El mundo se enfrenta ahora a un punto de inflexión histórico con la invasión rusa de Ucrania, el conflicto palestino-israelí en Oriente Medio y el entorno de seguridad en el este de Asia", señaló en una entrevista con The Washington Post antes de la visita. "Es importante demostrarle al mundo la importancia de la alianza Japón-Estados Unidos y cuán fuerte es en la incierta sociedad internacional actual".

La reunión con Kishida llega unos días después de la conversación telefónica que mantuvo Biden con su homólogo chino, Xi Jinping, en el que hizo énfasis "en la importancia de mantener la paz y la estabilidad a través del estrecho de Taiwán y el estado de derecho y la libertad de navegación en el Mar de China Meridional", de acuerdo al comunicado de la Casa Blanca.