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El 'plan Ruanda' enfrenta a Dublín con Londres

Irlanda prepara una ley para devolver a los sin papeles que huyan desde el Reino Unido para no ser deportados a África

Manifestación contra la ley Ruanda en el Reio Unido.
Manifestación contra la ley Ruanda en el Reio Unido.Tolga AkmenEFE
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Varias manifestaciones se convocaron este lunes en Reino Unido en protesta por la inminente detención de refugiados que han sido seleccionados para ser deportados a Ruanda. Mientras, el Gobierno de Irlanda prepara medidas de choque contra la política migratoria británica, que el Ejecutivo de Simon Harris relaciona con un fuerte aumento de refugiados llegados a su territorio desde Irlanda del Norte.

Dublín busca una reforma legislativa que facilite el retorno a Londres de inmigrantes irregulares, que están cruzando la frontera invisible entre ambas partes de la isla. El acuerdo del Brexit trasladó la frontera al mar de Irlanda y dejó libre de controles policiales el paso entre los condados británicos del norte y los republicanos del sur.

El Tribunal Superior bloqueó la opción del retorno a Reino Unido en una reciente resolución, que remarca el riesgo de que los irregulares sean expulsados a Ruanda sin que se revisen sus solicitudes en Europa. Reino Unido no es un país seguro para enviar refugiados, según los jueces irlandeses.

La tensión entre ambos países llevó a la cancelación de un encuentro entre el ministro británico del Interior, James Cleverly, y la responsable irlandesa de Justicia, Helen McEntee, que se había acordado para este lunes. La agenda de la reunión iba a girar en torno al reforzamiento del common travel area, el acuerdo de libre circulación entre ambas partes de la isla que precede al Brexit, pero datos recientes sobre la fuga de inmigrantes del norte al sur de Irlanda han tensado las relaciones.

El 80% de las solicitudes de asilo parte de individuos que han viajado al país desde Irlanda del Norte, de soberanía británica. El ministro de Exteriores, Michael Martin, relaciona el fenómeno con el impacto de la política de Ruanda. Para el primer ministro británico, Rishi Sunak, representa una prueba de que la controvertida iniciativa funciona como "mecanismo disuasorio".

Downing Street ha descartado la admisión de refugiados desde Irlanda mientras la Unión Europea bloquee el retorno de los que viajan en bote desde Francia y Bélgica. La llamada ley de Ruanda, que fue ratificada la semana pasada, declara que el país africano es un destino seguro para procesar y cobijar a inmigrantes llegados a Reino Unido en botes a través del canal de la Mancha. En los cuatro meses de tramitación de la legislación, el tráfico por esta ruta marítima alcanzó las cotas más altas de los últimos años, con 7.167 individuos hasta abril.

Por otro lado, estadísticas irlandesas estiman por encima de los 6.000 el número de personas que han registrado su petición de asilo en centros oficiales ubicados fuera de puertos y aeropuertos. Esta vía ha adquirido relevancia a partir de tres restrictivas leyes aprobadas por la mayoría conservadora del Parlamento británico desde 2022, según observan cooperantes de varias ONG.

Irlanda, a su vez, se dispone a reforzar la legislación a fin de deportar solicitantes de asilo a Reino Unido. El gabinete de Simon Harris analizará el martes una medida de urgencia para hacer frente a la sentencia judicial que declaró el país vecino destino no seguro para inmigrantes sin papeles.

Mientras, decenas de manifestantes se movilizaron este lunes para intentar frenar la primera oleada de detenciones de inmigrantes con destino a Ruanda. Se formaron protestas en barrios de Glasgow y ante la oficina central de inmigración de Croydon, a corta distancia del aeropuerto de Gatwick, entre otras localizaciones.

Respondían a la confirmación, según adelantó The Guardian, del inicio de las redadas de refugiados en preparación a su expulsión del país. El diario de Londres indica que serán detenidos en sus residencias actuales o cuando se presenten a las citas acordadas para renovar su situación temporal. Todos ellos han sido declarados "inadmisibles" para que sus casos se evalúen en Reino Unido.

Unas 2.200 camas han sido habilitadas para los detenidos a la espera de volar a Kigali, según indicó Sunak al aprobarse la ley. El primer ministro añadió que el Gobierno ha reservado 24 salas de juzgado, ha asegurado los servicios de 150 jueces y ha preparado a 500 operativos para que acompañen a los refugiados a África.

El Concejo de Refugiados calcula que 115.000 extranjeros caerán en un "limbo permanente" para finales de 2024, vetados por ley de pedir asilo en Reino Unido y con el sistema bloqueado para su traslado a Ruanda. El informe, Coste, caos y miseria humana: el impacto de la Ley de Migración Legal y el plan Ruanda, estima que la situación dejará una factura de casi 20 millones de euros al día en gastos de hospedaje y alimentación de inmigrantes irregulares en suelo británico.