Las cosas se complican en el seno de la familia del arquitecto Joaquín Torres. Hace aproximadamente un mes, el proyectista, que se recupera con éxito de una operación de cadera, y dos de sus hermanos acusaban en un comunicado a un tercero, Julio, de "destruir" el vasto patrimonio familiar. Coincidiendo con la muerte de la matriarca, Joaquina Verez, España se enteró de que gran parte del patrimonio de este millonario clan se había mermado por culpa de la gestión ("administración desleal, robo, estafa, alzamiento de bienes") de Julio, quien fuera mano derecha del patriarca aún vivo, Juan Torres Piñón. ex socio de Florentino Pérez en ACS.
Al habla con La Otra Crónica, Joaquín Torres, afirma que ha sido chantajeado recientemente por él después de un acercamiento con él para llegar a la paz familiar. Todo parte de un primer encuentro entre Julio Torres, nombrado administrador único del patrimonio de sus padres hace años, con su padre, Juan, y un intermediario, un amigo íntimo de la madre fallecida. Después, hubo otro encuentro con otro de los hermanos de Joaquín y Julio, Andrés. Entonces, Julio exigió por escrito a Joaquín que mantuviera el silencio en los medios pues, de no ser así, rompería cualquier acuerdo en pro de la conciliación de la saga. Asimismo, afirma Joaquín (callado estos últimos días debido a dichas conversaciones), Julio le pedía que "le escribiera una carta a sus hijos asegurándoles que su padre no es ningún ladrón y que no ha robado nada de la familia, algo a lo que me he negado".
A día de hoy, las negociaciones están rotas definitivamente y la cosa está judicializada entre Julio y su padre. Los Torres unidos le piden al hermano "traidor" tres cosas principales: la planta de hidrocarburos de Córdoba, los negocios de patentes y toda la documentación relativa a la colección de arte de los Torres, valorada en muchos millones de euros. Parte de este patrimonio se malvendió o está en depósito tras distintos embargos por la "mala praxis" de Julio con la fortuna familiar.