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Tres años después de su visita a las instalaciones de Seat en Martorell, con motivo del 70 aniversario de la compañía, el Rey Felipe VI ha pisado nuevamente hoy la planta barcelonesa de la firma automovilística. La razón, en este caso, ha sido escenificar un espaldarazo institucional a la apuesta de electrificación de la filial del Grupo Volkswagen, en la que se invertirán 3.000 millones de euros.
Precisamente este apoyo por parte de las administraciones es lo que han reclamado, en sus discursos, tanto Wayne Griffiths (consejero delegado de Seat) como Thomas Schäfer (presidente del consejo de administración de la compañía española y miembro del consejo ejecutivo del fabricante alemán).
«Nuestra apuesta por la electrificación y la descarbonización es clara y ahora necesitamos la misma apuesta del Gobierno español», ha expresado el CEO, mientras que el directivo de Volkswagen ha dicho en su parlamento que «el apoyo continuo del Ejecutivo es crucial para hacer posible la movilidad eléctrica para todos». «Pedimos a Europa que apueste por la electromovilidad como palanca central para hacer realidad el Green Deal (el Pacto Verde Europeo)», ha añadido.
La presencia de varias autoridades en el acto ha tenido como epicentro los trabajos de construcción de la nueva planta de ensamblaje de sistema de baterías para vehículos eléctricos en Martorell, cuya finalización está prevista para el próximo año, tal y como anunció el pasado mes de julio el presidente de Seat, Griffiths. Una vez entre en funcionamiento, la capacidad productiva del centro será de una batería cada 39 segundos, es decir, que inicialmente se generarían 1.400 unidades diarias.
La nueva planta, en la que se ensamblarán las celdas fabricadas por PowerCo en la gigafactoría que Volkswagen construye en Sagunto (Valencia), ocupará una superficie de 64.000 metros cuadrados, de los cuales 40.000 están destinados a la zona central productiva y el resto será un área perimetral dedicada a aspectos logísticos.
Para esta construcción se destinará una inversión adicional de 300 millones de euros, una parte de los cuales se sufragarán con fondos del proyecto estratégico para la recuperación y transformación económica (Perte) para el desarrollo del vehículo eléctrico y conectado. La planta dará trabajo directo a unas 400 personas y generará, además, otros 100 empleos indirectos.
El ensamblaje de las baterías llegará «directamente al punto de montaje» de los vehículos de manera secuenciada, y sin intervención humana, a través de un puente de 600 metros de longitud, han explicado responsables técnicos de Seat.
Pere Aragonès
Felipe VI ha llegado a Martorell poco antes del mediodía junto al ministro de Industria, Jordi Hereu, y sin que le haya recibido el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, que ha asistido al acto junto al consejero de Empresa y Trabajo, Roger Torrent.
En la conmemoración del 70 aniversario de Seat, la ausencia de representantes del Govern (que lideraba en funciones Aragonès tras las elecciones de febrero de 2021), como rechazo a la figura del Rey, provocó muchas críticas en el mundo económico y empresarial catalán.
Junto a Griffiths y los directivos de Volkswagen Thomas Schäfer y Thomas Steg, en la primera línea de saludo sí estaban presentes hoy, entre otros, el primer secretario del PSC y cabeza de cartel socialista para las elecciones autonómicas del 12-M, Salvador Illa, el presidente de CEOE, Antonio Garamendi, y el de la patronal catalana Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre.
