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Probamos el nuevo Mercedes-Benz 'made in spain'

El nuevo Clase V, fabricado en Vitoria, ya está a la venta desde 74.869 euros la versión térmica y 89.000 la eléctrica.

Probamos el nuevo Mercedes-Benz 'made in spain'
Actualizado

Tras unos meses de espera, después de haber tenido un primer contacto estático en junio en Alemania, con el nuevo Clase V, por fin hemos podido probar su funcionamiento sobre el asfalto. Ha sido en las carreteras de la Costa Azul francesa y bajo una constante lluvia, una prueba exigente que el nuevo Clase V ha superado con éxito.

El nuevo furgón mediano de Mercedes-Benz Vans, que se sitúa entre el Clase T y Sprinter, da un paso más en su actualización como vehículo versátil. Esta nueva generación se produce desde el pasado 1 de marzo en la factoría del grupo alemán en Vitoria, donde se monta desde los años 90 del siglo XX en sus diferentes generaciones y versiones (Clase V, furgón Vito, camper Marco Polo y las versiones eléctricas eVito y EQV)

Desde 74.869 euros

La nueva Clase V y su versión 100% eléctrica EQV, que pueden configurarse con hasta ocho plazas, ya se están empezando a entregar a los clientes, con una lista de precios que empieza en los 74.869 euros la versión con motor térmico diésel y desde 89.000 euros la eléctrica.

En la segunda mitad del año la gama se ampliará con una versión con motor de gasolina de dos litros y 231 caballos y una hibridación suave de 48 voltios.

Tres longitudes

La Nueva Clase V tiene un llamativo y diferente diseño frontal para las versiones térmica y eléctrica y tres longitudes: compacta de 4,8 metros, largo de 5,14 y extralargo de 5,37. En las dos primeras la distancia entre ejes es de 3,20 metros y en el de mayor tamaño se dispara hasta los 3,43 metros para aumentar la zona del maletero. En general, se diferencia mucho más que las anteriores de las versiones profesionales (Vito), mientras el camper Marco Polo entra a forma parte de la familia como una versión más.

La gama cuenta también con tres terminaciones, la básica Style, la intermedia Avantgarde y la sofisticada y equipada Exclusive que luce en el morro la tradicional estrella elevada como un mascaron de proa.

Hasta 239 CV y 365 km de autonomía

Las versiones diésel se ofrecen con tres niveles de potencia, 163, 190 y 239 caballos y cambio automático de nueve velocidades. La EQV, que tiene un motor de 150 kW (201 CV), puede configurarse con un paquete de baterías con una capacidad de 90 o 60 kWh, con una autonomía de hasta 365 o 247 km (WLTP).

Hemos podido probar tanto la versión térmica como la a pilas. Al volante, destaca la buena visibilidad, el fácil acceso, con todos los mandos muy a mano y un excelente ajuste de piezas y materiales. La longitud y el tamaño no es ningún impedimento porque los sistemas de ayuda a la conducción, además de darnos una visibilidad a 360 grados en las maniobras, incluso frenan el vehículo sin intervención del conductor en el caso de que se cruce por delante o por detrás un peatón, un niño o un ciclista al que no vemos.

Al volante

En carretera, el comportamiento es muy bueno pese al volumen y la altura. El día de la prueba, pese al viento, no se sentía un excesivo ruido aerodinámico o de resistencia a la rodadura. En ciudad es tan ágil de maniobrar como un turismo, pero claro, hay que tener en cuenta su longitud y anchura en en los giros.Pero te acostumbras rápidamente.

En el nuevo diseño exterior destacan los faros LED para las luces delanteras y traseras y los nuevos diseños de llantas. La terminación Exclusive lleva, por primera vez, la estrella vertical en el borde del capó. En el diseño interior estrena un salpicadero con dos grades pantallas de 31,24 centímetros (12,3 pulgadas) cada una y un volante de última generación con mandos y detección de manos libres. Opcionalmente el volante puede estar calefactado.

Equipo de seguridad

La iluminación ambiente del habitáculo se puede personalizar con hasta 64 colores de luz diferentes y ahora lleva de serie perta corredera trasera en el lado izquierdo. El sistema de navegación puede usarse con vista satelital, lo que es una novedad en este modelo además de permitir compartir la ubicación y hora de llegada.

El equipamiento de sistemas de seguridad y ayuda a la conducción son similares a los que equipa el resto de la gama de turismos Mercedes-Benz. El Active Brake Assist incluye ahora la función de intersección y también puede advertir de vehículos que cruzan perpendicularmente o que se aproximan, maniobras de adelantamiento, aplicar los frenos en caso de emergencia e incluso asistencia al girar.

producida en Vitoria

El EQV, el Clase V y el Clase V Marco Polo llevan de serie asistente de cansancio, de faros con sensor de lluvia, asistente activo de distancia, de frenado con función de intersección, de ángulo muerto, asistente de mantenimiento de carril, de velocidad inteligente y paquete de ayuda al aparcamiento.

La factoría alavesa, que el pasado año fabricó 155.500 vehículos, tiene una producción diaria de 400 unidades al día y las versiones térmicas y eléctricas se montan en la misma cadena porque comparten plataforma, aunque con algunas ligeras diferencias. En Vitoria de producen las versiones eléctricas para todo el mundo, incluso China, y las versiones térmicas para todos los mercados menos el país asiático, que cuenta con producción local. Las actuales versiones permiten todo tipo de innovaciones, por ejemplo, pueden adaptarse sin problemas a la futura normativa Euro 7.

Revolución en 2026

La gran revolución de los comerciales de Mercedes Benz Vans se producirá en 2026, cuando las versiones eléctricas de Vito y el furgón más grande Sprinter compartirán una nueva plataforma especifica denominada VEN.EA que también podrá usar la pequeña Clase T en su versión 100% eléctrica.

A partir de 2026 la planta alavesa contará con dos líneas de montaje, una para la actual generación en todas sus versiones térmicas que se seguirán produciendo para todo el mundo y otra para los modelos eléctricos que se hagan con la nueva plataforma. Este último proyecto supondrá una inversión de 1.000 millones de euros. y garantiza el futuro a largo plazo de las instalaciones.