MOTOR
MOTOR

Visitamos Electricity, el 'corazón' eléctrico de Renault

El grupo ha creado este importante complejo industrial en el norte del país para producir sólo vehículos a pilas. Es su arma para competir con los coches chinos y norteamericanos.

Visitamos Electricity, el 'corazón' eléctrico de Renault
Actualizado

Bajo la batuta de Luca de Meo, el Grupo Renault se ha reorganizado en cinco empresas con cometidos diferentes. Desde finales del año pasado, la división Ampere ha tomado el timón de la fabricación de todos los vehículos 100% eléctricos y ha fijado su base en la región de Hauts de France, próxima a la frontera con Bélgica. Este "polo norte" engloba tres históricas fábricas y ha conseguido reunir en su entorno cercano a gran parte de sus proveedores, conformando "ElectricCity".

Ya en plena producción, hemos acudido a conocer la nueva cuna de los vehículos alimentados por batería de Renault. Una actividad que fue impulsada hace dos años por el Megane E-Tech y que se ha confirmado con la actual fabricación del Scenic E-Tech (elegido Car of the Year 2024) y con el inminente R5, cuyas primeras unidades pre-serie ya se están montando en la cadena de Douai. Y que se incrementará próximamente con el nuevo R4 y con otros modelos del Grupo.

Luciano Biondo, director general de Ampere
Luciano Biondo, director general de Ampere

Reducir los costes un 40%

Como comentó Luciano Biondo, director general de Ampere, "nuestro objetivo es desarrollar y comercializar vehículos eléctricos. Eso incluye desde el software a la fabricación de automóviles de batería para Renault, Alpine, Dacia, Nissan y Mitsubishi. Y nuestro desafío, equiparar los costes a los de un vehículo de combustión -reduciéndolos en un 40%- para poder conquistar el 75% de la cuota de mercado en los segmentos B y C. Nuestra empresa puede fabricar ya 400.000 vehículos al año y somos más eficientes que Tesla".

Para lograr esa espectacular reducción de costes, Ampere ha rediseñado su estructura de forma racional. Por ejemplo, ha concentrado su campo de acción en un radio de 300 Km, eliminando gran parte del gasto en transporte y logística. Sus proveedores han montado sus centros de en las proximidades de las fábricas, y éstas se han compactado en extensión y han mejorado su eficiencia. Incluso van a aprovechar -en primicia- la geotermia subterránea para obtener calor y electricidad, ahorrando en energía.

Conectividad total

Además, Renault ha implementado un sistema 4.0 de conectividad digital e intercambio de datos entre las fábricas y centros de control a nivel mundial, que hace que todo sea más fácil y rápido de gestionar; mientras, el otro objetivo de ElectriCity, será reducir hasta cero su huella de carbono, cosa que debe conseguirse en 2025, según los planes previstos.

Mientras los motores eléctricos provendrán de la cercana megafactoría Renault de Cleón, las baterías seguirán siendo proporcionadas por proveedores externos: LG, Verkor e Invision. Precisamente esta última ha construido una gran planta en los mismos terrenos de Douai, para suministrar a los próximos R5 y R4 eliminando así los costes de transporte. Y la fábrica de Ruitz ha alquilado parte de su sede a la china Minth, que con sus 78 robots producirá hasta 300.000 cajas de batería al año para Scenic, R5 y R4.

Hasta siete modelos en 2031

Ampere cuenta en la actualidad con dos plataformas eléctricas modernas, una pequeña (segmento B) y otra mediana (segmento C), aunque para 2028 se espera que entre en producción una segunda generación para los sucesores del Megane y Scenic. Y para 2031 contará con una gama de siete vehículos, incluyendo los R5, R4, Twingo, Alpine A290, Nissan Micra y otros modelos de Dacia y Mitsubishi.

El núcleo de ElectriCity lo componen las tres fábricas de Douai, Maubeuge y Ruitz, (complementadas por la de Cleón) y rodeadas de sus suministradores y proveedores. Un ecosistema propio, que agrupa al 75% de su tejido industrial en apenas 300 Km a la redonda. Con eso se reducen enormemente los tiempos de entrega y los gastos en logística. Incluso las marcas de baterías Invision y Verkor se han implantado en suelo francés.

Distintas funciones

En Maubeuge se producen de manera integral (desde matricería a montaje final) vehículos comerciales, especialmente el Kangoo (también en sus versiones Mercedes y Nissan), que incluye una versión completamente eléctrica. Pero a partir de este año añadirá a su cadena de producción el inédito R4 E-Tech, ampliando su tasa de producción de más de 123.000 vehículos por año.

Ruitz, en cambio, es una fábrica especializada en cajas de cambio y piñonería, que está adaptándose a la electrificación. Ha alquilado la mitad de sus instalaciones a la empresa china Minth para la producción de las necesarias cajas de batería de aluminio, que luego van instaladas en el Megane, Scenic y R5 E-Tech. Piezas de precisión que construyen 78 robots de alta tecnología y que cumplen altos estándares de seguridad y estanqueidad.

La joya de la corona

Douai es la joya de la corona. De nuevo una fábrica completa (del estampado de chapa a la terminación de vehículos), flexible y de grandes dimensiones, que se ha especializado en vehículos eléctricos en los últimos años. Comenzaron con el Megane E-Tech en 2022 para continuar con el Scenic E-Tech en 2024 y ya se ha puesto con el R5 E-Tech que estará disponible en el segundo semestre.

De Douai salieron el año pasado ya más de 50.000 vehículos y se espera que sean más ante la esperada demanda del nuevo modelo compacto. En su calendario figuran el Alpine A290 para 2025, seguido del Nissan Micra y un Mitsubishi, además de otros proyectos a más largo plazo, como la electrificación de Dacia. La producción de hasta 400.000 automóviles de ElectriCity puede ampliarse hasta 620.000, aunque el objetivo de Ampere es vender un millón de ellos en 2031 lo que abre la puerta a nuevas ubicaciones.

De hecho, este complejo no se encargará de hacer el nuevo Renault Twingo, que se produciría en Eslovaquia (con costes más bajos) y puede ser la base compartida con VW para el coche eléctrico de 20.000 euros o menos que esta pretende tener. Y queda la opción de España, que Luca de Meo ha defendido como el segundo país en el que harían vehículos con esta tecnología... aunque ahora sería el tercero.