Dieta atlántica: en qué consiste y por qué ha reducido la mortalidad en España
Dieta atlántica: en qué consiste y por qué ha reducido la mortalidad en España
31 Jan 2024
¿Has oído hablar de la dieta atlántica? ¿Sabías que tiene muchos beneficios para la salud y que, incluso, ha contribuido a reducir la mortalidad en países como España, Reino Unido o Polonia? ¡Todo lo encontrarás aquí!
Si no aún no ha llegado a tus oídos en qué consiste la dieta atlántica y no conoces cuáles son sus múltiples beneficios para salud, aquí te explicamos todo lo que debes saber. ¡Una forma de comer, sencilla, rica y completa, que incluso ha contribuido a reducir la mortalidad en países como España!
Qué es la dieta atlántica
Como podrías ya intuir por el nombre de la dieta, la dieta atlántica es un patrón alimentario basado en la cocina tradicional de las zonas que viven a lo largo de las costas del océano Atlántico.
La dieta atlántica no es tan conocida como la mediterránea. Sin embargo, al igual que la dieta mediterránea, ha sido asociada a sus múltiples beneficios para la salud y al énfasis que pone en el consumo de alimentos frescos con nutrientes esenciales.
Qué alimentos componen la dieta atlántica
Estos son algunos de los alimentos que se incluyen y que más se consumen en la dieta atlántica:
Pescado y mariscos. La dieta atlántica enfatiza el consumo de pescado y mariscos, ya que estas comunidades tienen acceso a una amplia variedad de productos frescos del mar.
Productos frescos locales. La utilización de productos frescos y de temporada es una característica de la dieta atlántica. Frutas, verduras y hierbas frescas forman parte de este saludable tipo de alimentación.
Aceite de oliva. Aunque no tan común como en la dieta mediterránea, el aceite de oliva también se utiliza en la cocina atlántica, especialmente en algunas regiones que tienen un acceso más fácil a este aceite.
Cereales y granos enteros. La dieta atlántica incluye una variedad de cereales y granos enteros, como arroz, avena, cebada y pan integral.
Legumbres. Garbanzos, lentejas, judías… Son algunas de las legumbres que forman parte de esta dieta. Las legumbres son una fuente muy importante de proteínas y de fibra.
Productos lácteos. El consumo moderado de productos lácteos, como el queso y el yogur, también está presente en la dieta atlántica.
Frutos secos y semillas. Frutos secos y semillas, como nueces, almendras y semillas de chía, proporcionan grasas saludables y nutrientes a este tipo de alimentación.
Hierbas y especias. En la dieta atlántica se utilizan muchísimos tipos de hierbas y especias para dar mayor sabor y nutrientes beneficiosos para la salud a los platos.
Limitación de alimentos procesados. La dieta atlántica tiende a limitar el consumo de alimentos altamente procesados, como azúcares refinados y grasas saturadas.
Es importante destacar que la dieta atlántica no es un patrón alimentario uniforme en todas las regiones circundantes al océano Atlántico, ya que las prácticas culinarias pueden variar considerablemente de una región a otra. Sin embargo, la base de la dieta se centra en alimentos frescos y nutrientes obtenidos de las comunidades costeras atlánticas.
Cómo reduce la dieta atlántica la mortalidad en algunos países
Según un estudio publicado recientemente en la revista European Journal of Preventive Cardiology, liderado por investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid, la dieta atlántica se asocia a una menor mortalidad.
Este estudio, que se ha realizado en cuatro países europeos, España, República Checa, Polonia y Reino Unido, ha puesto de manifiesto que las personas que seguían una dieta atlántica presentaban un 15% menos de mortalidad en comparación con quienes seguían patrones alimentarios diferentes. En concreto, la mortalidad por enfermedades cardiovasculares se redujo en un 19% y por cáncer, en un 8% menos.
Qué beneficios tiene la dieta atlántica sobre la salud
Tal y como desprende el estudio anteriormente citado, os explicamos algunos de los beneficios potenciales de seguir una dieta atlántica:
1. Es ideal para la salud cardiovascular
La dieta atlántica incluye un alto consumo de pescado, como el salmón y la caballa, que es rico en ácidos grasos omega-3. Estos nutrientes son esenciales para la salud cardiovascular: los omega-3 tienen propiedades inflamatorias y se ha demostrado que reducen el riesgo de enfermedades cardíacas.
Los ácidos grasos omega-3, presentes también en el pescado, se han asociado con beneficios para la salud del cerebro, incluida la mejora de la función cognitiva y la reducción del riesgo de sufrir enfermedades neurodegenerativas.
3. Tiene nutrientes esenciales
La dieta atlántica, al enfocarse en alimentos frescos y locales, proporciona una variedad de nutrientes esenciales, incluidas vitaminas, minerales y antioxidantes, que son importantes para el funcionamiento óptimo del organismo.
4. Ayuda a controlar el peso
La dieta atlántica, al centrarse en alimentos frescos, ricos en fibra e importantes nutrientes, puede contribuir al control del peso. Y es que proporciona una mayor sensación de saciedad y contribuye a reducir la necesidad de consumir alimentos procesados y altos en calorías.
La presencia de productos lácteos y de otros alimentos ricos en calcio y vitamina D en esta dieta puede contribuir también a la mejor de la salud ósea y prevenir, por ejemplo, problemas como la osteoporosis.
6. Ayuda a prevenir enfermedades crónicas
Una dieta atlántica bien equilibrada, que incluye una variedad de alimentos frescos, nutritivos y saludables, puede ayudar a prevenir enfermedades crónicas, como la diabetes y ciertos tipos de cáncer.
7. Mejora la digestión
La dieta atlántica, al ser rica en alimentos ricos en fibra, como frutas, verduras y granos y semillas enteros, ayuda a facilitar la digestión, lo cual también contribuye prevenir problemas gastrointestinales.
8. Reduce la inflamación en el organismo
Esta dieta es rica en alimentos frescos y grasas saludables, que ayudan a reducir la inflamación en el organismo, lo cual se ha asociado a la aparición de distintas enfermedades crónicas.
9. Mejora el estado de ánimo
La presencia de ácidos grasos omega-3 y nutrientes esenciales en la dieta atlántica puede tener un impacto positivo en el estado de ánimo y en la salud mental.
Qué diferencias hay entre la dieta atlántica y la mediterránea
Tanto la dieta atlántica como la dieta mediterránea comparten algunas similitudes, pero también presentan diferencias, ya que están influenciadas por las tradiciones alimentarias de diferentes regiones.
Estas son algunas de las diferencias más importantes entre la dieta atlántica y la dieta mediterránea:
1. Ubicación geográfica
La principal diferencia entre las dos dietas es la ubicación geográfica. La dieta mediterránea se centra en las regiones que rodean el mar Mediterráneo, como Grecia, Italia y España, mientras que la dieta atlántica se basa en las comunidades que habitan las costas del océano Atlántico, abarcando regiones de Europa, África y América.
2. Fuentes de proteínas
En la dieta atlántica, se destaca el consumo de pescado y mariscos, ya que las comunidades atlánticas tienen acceso a una amplia variedad de productos frescos del mar. En la dieta mediterránea, aunque también se consume pescado, la carne magra, especialmente de aves y el cordero, puede ser más prominente.
3. Aceite principal
La dieta mediterránea se caracteriza por el uso predominante de aceite de oliva, que es una grasa saludable. En la dieta atlántica, el aceite de oliva puede utilizarse en algunas regiones, pero también pueden emplearse otras grasas saludables, como aceite de colza o de nuez.
4. Cereales y granos
Ambas dietas incluyen cereales y granos enteros, pero los tipos específicos pueden variar. Por ejemplo, en la dieta mediterránea, la pasta y el pan integral pueden ser más comunes, mientras que, en la dieta atlántica, otros granos, como la avena y la cebada, pueden tener un papel más destacado.
5. Productos lácteos
La presencia de productos lácteos puede variar en ambas dietas. En la dieta mediterránea, el consumo de quesos y yogures es común, mientras que, en la dieta atlántica, la influencia de productos lácteos puede ser menos evidente en algunas regiones.
6. Especias y hierbas
Las dos dietas hacen uso de especias y hierbas frescas para realzar el sabor de los alimentos, pero las variedades específicas pueden variar según las tradiciones culinarias locales.
7. Influencias culturales
La dieta mediterránea está profundamente arraigada en las culturas mediterráneas, con una fuerte influencia de la cocina griega, italiana y española. Por otro lado, la dieta atlántica abarca una diversidad de culturas, incluyendo influencias africanas, europeas y americanas.
DIRECTORA EDITORIAL MI BEBÉ Y YO. Experta en temas de embarazo, maternidad y paternidad, bebés y niños, y coordinadora de nuestra Agenda de Crecimiento.
