Esto que dicen los odontólogos cuando ven la foto de unos cadáveres destripados: pornografía de la muerte, obscenidad y morbo es exactamente lo que yo digo de esta foto. El cadáver de la niña al servicio de la belleza. Hasta el punto intolerable en que la muerte desaparezca.
Por eso le han dado estos premios trucados: el Ortega y Gasset primero y el World Press Photo después.