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Ciencias Sociales

Elke Weber, la psicóloga del cambio climático, gana el Premio Fronteras del Conocimiento

La FBBVA galardona a la prestigiosa académica de Princeton, pionera en la investigación sobre la toma de decisiones mediambientales

Elke Weber.
Elke Weber.FBBVA
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La psicóloga alemana Elke Weber (1957), famosa por sus investigaciones sobre la toma de decisiones medioambientales y los factores que motivan la acción contra el cambio climático, acaba de ganar el Premio Fronteras del Conocimiento en Ciencias Sociales.

La galardonada ha investigado las "respuestas humanas" ante la crisis ambiental desde "una perspectiva interdisciplinar que se nutre de la psicología, la neurociencia, la economía del comportamiento, la sociología y la ciencia medioambiental".

El jurado del premio ha destacado que sus trabajos determinan los procesos de decisión que se guían por "principios racionales" y que para persuadir a la acción ante los retos mediombientales se "requiere algo más que una argumentación lógica".

Weber es la primera psicóloga en formar parte del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de la ONU. Es considerada como una influyente asesora en política internacional desde la perspectiva de las ciencias del comportamiento.

Los nominadores de la profesora Weber -Susan Fiske, premio Fronteras del Conocimiento en Humanidades y Ciencias Sociales en su edición XII; y Simon Asher Levin, premio Fronteras del Conocimiento en Ecología y Biología de la Conservación en su edición XIV- destacan que "ha descubierto que la toma de decisiones de las personas sobre la acción medioambiental y climática depende mucho más de las normas sociales percibidas que de actitudes personales estables, una idea que está transformando rápidamente nuestra comprensión de lo que motiva la acción social positiva y cómo diseñar intervenciones conductuales y políticas para lograr ese objetivo."

A mediados de los años 80, la profesora Weber comenzó sus primeros trabajos en teoría de toma de decisiones e incertidumbre aplicada al mundo financiero. Posteriormente obtuvo su primera posición académica en la Universidad de Illinois Urbana-Champaign, donde el decano le encargó que uniera a todos los investigadores del campus que estuvieran trabajando sobre la toma de decisiones, independientemente de su campo de especialización. Fue entonces cuando Weber acuñó la expresión que posteriormente ha repetido en numerosas ocasiones y que refleja la importancia que para ella tiene la idea de traspasar las líneas que marcan las disciplinas científicas para poder abordar un objeto de una manera completa: "Combina y vencerás".

Esta catedrática de Psicología y Asuntos Públicos en la Universidad de Princeton que ocupa la cátedra Gerhard R. Andlinger de Energía y Medio Ambiente, organizó entonces una serie de reuniones de trabajo de las que surgió un estudio de campo sobre la percepción que los agricultores de la región tenían sobre el cambio climático: "Tres economistas del comportamiento, expertos en agricultura, tenían un proyecto de la Fundación Nacional de Ciencias y necesitaban a un psicólogo para conducir las entrevistas", explica Weber.

A través de esas encuestas, la psicóloga descubrió que los agricultores que trataban de luchar contra los efectos que el cambio climático tenía sobre sus cosechas lo hacían o bien cambiando sus métodos de producción, o bien con medios financieros como seguros o pólizas de préstamo, o intentaban promover cambios en las legislaciones de sus localidades. "Resultó que la gente estaba haciendo una de esas tres cosas, pero no las tres juntas", destaca, de lo que resultó uno de sus primeros conceptos fundamentales, "el sesgo de la acción única", la idea de que la combinación de las posibles estrategias es más eficaz que cada una de ellas por separado.

Weber llegó a la conclusión de que el cambio climático es "una tormenta perfecta"

En esa época también llegó a la conclusión de que "en cierto sentido, el cambio climático es una tormenta perfecta. Todas las cosas que nos dificultan el comportamiento en otras situaciones, como no comer bien o no ahorrar lo suficiente para nuestra jubilación, están ahí con el cambio climático, en el sentido de que la acción es costosa ahora mismo y los beneficios de las acciones llegarán más tarde. Pero al menos con una alimentación sana y la inversión, las consecuencias vuelven a ti, a tu yo futuro. Pero en el caso del cambio climático, la gente percibe que afectará a las generaciones futuras en lugares lejanos. Así que también hay un componente de acción colectiva. Y al mismo tiempo la atribución es mucho más difícil. Es una cuestión compleja y difícil de abordar desde un punto de vista científico".