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Que la realidad supera la ficción es un hecho más que demostrable. Que se lo digan a Owen y Dolly Pope, un matrimonio estadounidense que consiguió vivir dentro del parque de atracciones de Disneyland californiano durante 16 años. Imaginamos que se trata de un auténtico sueño para una parte de la población, que piensa en el complejo como el lugar más maravilloso del mundo.
Pues bien, esta pareja lo logró. ¿Cómo? Te contamos su historia, aunque para ello hay que remontarse a 1955 cuando el propio Walt Disney abrió las puertas del primer parque temático de su factoría. El lugar elegido fue la localidad californiana de Anaheim para hacerlo realidad. No solo quería que fuera una fantasía para los más pequeños, con todos los personajes de la casa pululando por las instalaciones, sino que también deseaba que los niños pudieran interactuar con los animales al aire libre.
Para ello, el empresario contrató a la pareja formada por Owen y Dolly Pope, expertos en el mundo ecuestre, que se encargaron de gestionar la llamada Pony Farm (Granja de los Ponis), donde estos equinos eran los reyes y otras atracciones . Pronto se convirtió, además, en una de las ofertas más interesantes del complejo, ya que los críos querían conocer de primera mano a los ponis, según cuenta el portal Allociné.
Para poder trabajar con los caballos, los Pope se instalaron en una caravana en el parque, situada en las afueras de la zona de Frontierland. O el Lejano Oeste, lejos de las miradas del público. No solo se encargaban de criar y entrenar a los caballos, sino que también fabricaban carruajes. Y todo, desde su peculiar roulotte, muy cerca de donde vivían los animales.
Hablamos de 1955 cuando se instalaron, pero con el tiempo pasaron a residir en una residencia en mejores condiciones. De 120 metros y pintada de blanco y verde, estaba situada detrás de la granja, lejos de las miradas indiscretas, ya que, pese a que los responsables del parque conocían su residencia, nadie del público se enteró jamás.
Vivieron ahí hasta 1971, cuando decidieron mudarse desde California a Florida para trabajar en el nuevo parque de Disneyland, donde también se ocuparon del rancho de los animales. Allí ya no vivieron en las instalaciones del complejo temático, sino que lo hicieron fuera. Siguieron trabajando cuatro años más, hasta 1975, cuando se jubilaron.
Eso sí, su casa inicial sigue en pie hoy en día, convertida en una atracción más del hogar en el que habitan Mickey Mouse, el pato Donald, la Cenicienta y tantos otros iconos del universo Disney. Se encuentra a unos pasos de la actual zona de Star Wars. Una placa recuerda el trabajo que hicieron.
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