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Lujo

Qué hay que tener para ser uno de los mejores hoteles del mundo

The Upper House de Hong Kong no sólo es uno de los alojamientos más exclusivos del planeta, sino todo un oasis urbano dentro del bullicio constante de la antigua colonia británica.

Vistas del puerto de Victoria desde una suite.
Vistas del puerto de Victoria desde una suite.
Actualizado

Es el número uno de Hong Kong y el cuarto de todo el planeta. Con estos avales por delante se presenta el hotel The Upper House, un cinco estrellas con vistas a las montañas y a la bahía de la metrópolis asiática, una de las más fascinantes de la Tierra, por si hacen falta más excusas para planear un viaje a ella. Pues bien, su diseño vanguardista, sus instalaciones escultóricas (custodia más de 400 obras de arte en su interior), su alta cocina o su atención personalizada han hecho que figure el cuarto en la prestigiosa lista anual de The World's 50 Best Hotels, considerada una suerte de Biblia de la hotelería premium a nivel internacional.

No es la primera vez que figura en la clasificación, ya que desde su inauguración en octubre de 2009 ha venido recibiendo galardones que lo sitúan siempre entre los complejos más exclusivos y deseados del mundo por parte de las publicaciones más prestigiosas del sector.

Diseño vanguardista en el interior.
Diseño vanguardista en el interior.

Ubicado en la atractiva (y adinerada) zona de Admiralty, The Upper House fue concebido por el arquitecto e interiorista local André Fu, uno de los más influyentes del globo, como un oasis urbano a modo de retiro que busca la armonía y el placer del huésped siguiendo las directrices del feng shui, como casi todo aquí. No podía ser de otra manera en un lugar a caballo entre Oriente y Occidente al mostrar, por un lado, su legado británico (perteneció a Reino Unido más de 150 años, de 1842 a 1997) y, por otro, a China, de la que forma parte como "región administrativa especial", al igual que Macao.

De ahí que tenga su propia bandera, pasaporte, moneda, parlamento y... gusto exquisito. No en vano, se cuenta entre las ciudades del mundo con más hoteles de lujo por metro cuadrado. Lo mismo ocurre con el número de Rolls Royce y demás coches de alta gama e incluso de rascacielos. Cifra exacta: 7.864. Y The Upper House es uno de ellos, al comenzar sus habitaciones (tiene 117, 21 suites, incluyendo la de André Fu, y un ático) en la planta 38 (y llegan hasta la 49) del edificio Pacific Place (en el que también hay restaurantes, cafés y tiendas), perteneciente al grupo Swire, así como el propio hotel.

Una de las 117 habitaciones.
Una de las 117 habitaciones.

No en vano, este gigante empresarial es uno de los más poderosos de Hong Kong (y de toda Asia) al contar entre sus filas con inmuebles, barcos, industrias alimentarias, más hoteles o la franquicia de Coca-Cola en parte de Asia y Estados Unidos. Faltaría su joya de la corona, Cathay Pacific, la aerolínea de cabecera y la octava mejor del mundo, además de la primera en cuanto al entretenimiento a bordo de sus vuelos, al ofrecer más de 1.000 títulos, entre películas, series, programas de televisión y canales de todo tipo. Palabra de los World Airline Awards, promovidos cada año por la consultoría británica Skytrax, encargada de la calificación mundial del transporte aéreo.

Pero volvamos al hotel, con vistas al puerto de Victoria y a las montañas, ya que lo que planeó André Fu fue un "viaje ascendente" por encima del bullicio de la frenética y siempre despierta metrópoli, ya que se sitúa en las alturas, entre nubes y exuberantes laderas —ojo, que Hong Kong es muy verde; no todo iba a ser neón y asfalto— que se cuelan de forma estratégica por las instalaciones.

Obra escultórica guiada por el feng shui.
Obra escultórica guiada por el feng shui.

Lo que el arquitecto buscaba era que el huésped se sintiese como en su propia casa, una casa de cinco estrellas, claro. Y así lo expresó: "Mi intención era crear un hotel boutique de lujo que el cliente viviese como si fuera su residencia privada. Para ello, aposté por desarrollar la llamada sensación asiática, esa tranquilidad que se logra a través del diseño y el ambiente calmo".

Este último tiene carácter holístico, sostenible y artístico (ya decíamos que cuenta con más de 400 obras de arte en forma de pinturas, esculturas o elementos decorativos, el hall, los restaurantes, el jardín, las habitaciones...).

Clase de yoga en el jardín.
Clase de yoga en el jardín.

Hay que añadir cuidados detalles que enamoran a cualquiera como el maxibar gratuito (con vino, cerveza, frutos secos, snacks...) que cada cual se encontrará en su apacible y luminosa habitación (entre las más espaciosas de todo Hong Kong, al tener un mínimo de 70 metros cuadrados, un lujo en una ciudad tan densamente poblada), en la que también es posible recibir un masaje bajo petición previa. Igual que en el jardín, donde cada día se ofrecen sin coste clases de yoga y taichi. "Tenemos todo para hacer feliz al cliente", resume Kristina Snaith-Lense, directora general de este cinco estrellas que también destaca por su cocina.

Y es que el capítulo gastronómico merece mención aparte. Empezando por el bistró mediterráneo de diseño Salisterra, situado en la última planta, la 49, y comandado por el prestigioso chef de origen venezolano Ricardo Chaneton. Galardonado con una estrella Michelin, el restaurante brinda a sus comensales un viaje culinario por las costas de España, Francia e Italia.

Espacio para cursos de cocina o cenas privadas.
Espacio para cursos de cocina o cenas privadas.

Por eso, en su cocina vista se puede contemplar cómo los cocineros preparan platos como la sopa de batata con trufa blanca, la ensalada de tomate y ricota, la lubina salvaje con vegetales a la brasa o, para los más osados, la lengua de ternera crujiente salteada con champiñones, aceitunas, ajo dulce o tomate confitado.

Sin olvidarnos de las ostras como anticipo de todo esto. Y de postre, ¿por qué no?, una rica crema catalana. En Salisterra, se sirven, además, los desayunos a la carta, donde los huevos Benedict causan furor cada mañana junto a sus zumos tropicales recién hechos. También es el escenario del afternoon tea de la tarde, reminiscencias del pasado británico. Ya solo quedaría encaminarse hacia el Sky Lounge, con chimenea central incluida, para degustar un cóctel de autor con las mejores vistas de esta apasionante ciudad a la que uno siempre quiere volver.

El restaurante Salisterra, de cocina mediterránea.
El restaurante Salisterra, de cocina mediterránea.

GUÍA PRÁCTICA

CÓMO LLEGAR

Cathay Pacific (www.cathaypacific.com) es la única aerolínea con vuelos directos a Hong Kong desde Madrid y Barcelona (a partir del 17 de junio), con tres frecuencias semanales en ambas rutas. Con tres categorías, su premiada clase Business ofrece confort e intimidad total a través del diseño de los asientos, convirtiéndose en una cama 100% plana. Cathay Pacific es la aerolínea de bandera de Hong Kong desde hace 78 años. Se caracteriza por la vanguardia y la calidad, además del carácter sostenible al prometer emisiones netas de carbono cero para 2050. Por todo ello está considerada la octava mejor aerolínea del mundo y la número uno en entretenimiento a bordo, con más de 1.000 títulos disponibles. Sin olvidar su clase Business, también en el 'top ten' por detalles como el diseño de sus asientos, con fundas hechas a mano en tono azul aguamarina y cervezas (Betsy) creadas 'ad hoc' para saborearlas a 10.000 metros de altura.

MÁS INFORMACIÓN

THE UPPER HOUSE. Pacific Place, 88, Queensway, Admiralty, Hong Kong. Desde 400 euros. Web: www.thehousecollective.com

Una de las 400 obras de arte.
Una de las 400 obras de arte.

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