¡Las primeras palabras de tu peque te dejarán con la boca abierta!

Si hay alguna etapa del desarrollo del niño que los papás esperan con especial emoción son las primeras palabras, o los primeros balbuceos, o cualquier sonido que el niño o la niña emitan por su boquita. ¡Esa lengua de trapo nos enamora!

Las primeras veces de los niños son verdaderamente increíbles. ¡Merecen ser celebradas! Cuando el bebé rompe el hielo y se lanza con algún vocablo o balbuceo, se hace el silencio a su alrededor. ¿Ha dicho algo? ¿Puede ser que haya dicho 'mamá'? Sí, es posible que haya pronunciado un sonido, un par de sílabas tal vez, que te hayan sonado a 'mamá', o a 'papá', pero al principio solo se trata de un entrenamiento. De hecho, la primera palabra del niño podría ser perfectamente el nombre del perro... ¡y no es nada personal, papás! Vuestro peque, simplemente, se está preparando para aprender a hablar.

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No comparéis a vuestro niño o niña con ningún otro. Da igual si empieza un poco antes o un poco después, ¡terminará hablando como el más parlanchín del parque! Como sucede en el resto de etapas del desarrollo, el pequeño también sigue su propio ritmo a la hora de pronunciar sus primeras palabras y frases.

Como mamás y papás, nos adaptaremos a este ritmo maravilloso y único, sin forzar ni preocuparnos, sino, por el contrario, permaneciendo a su lado, acompañándole en su camino y, una vez más, fomentando esta etapa increíble a través del juego, ¡la mejor y más gratificante forma de aprender!

¡Tenéis un pequeño hablador en casa! 

Nada más nacer, el bebé empieza a comunicarse. ¿Cómo? A través del llanto, los suspiros, las expresiones de su rostro y todos los sonidos y gorjeos que emite. No olvidemos nunca que somos seres comunicativos y sociales, ¡y a algunos incluso hay que pararles!

Enhorabuena, papis, habéis entrado en la etapa del gu-gu-ta-ta-ma-ma-pa-pa. ¿Por qué no podéis parar de sonreír? ¡Esa mezcla de orgullo y asombro es tan bonita!

Comunicarse con gestos: ¡las manitas también hablan!

Si tu peque aún no habla, es porque todavía está escuchando. Sin embargo, emplea signos de comunicación no verbal, como mirar, intentar coger cosas y señalar. Tu pequeño es capaz de entender mucho antes de ser capaz de responder.

Para favorecer el desarrollo del lenguaje incluso antes de que el bebé empiece a pronunciar los primeros sonidos, puedes tratar de comunicarte con gestos. De hecho, existen técnicas de comunicación no verbal con el bebé que acompañan y favorecen el desarrollo del leguaje a través de los signos: se conoce como Baby Signing. ¿Habías oído hablar de este método?

El Baby Signs Language es una técnica de comunicación temprana con bebés y niños que sirve de puente de comunicación antes del desarrollo del habla. Está basada en gestos sencillos que los pequeños pueden hacer con sus manitas desde aproximadamente los seis meses, y que tienen su origen en las lenguas de signos. ¿Te imaginas los momentos tan divertidos y llenos de complicidad que puedes compartir con tu pequeño desde bien temprano? 

¿Queréis que sea bilingüe? ¡Fabuloso!

¿Quieres que tu peque sea bilingüe? ¡Introduce un segundo idioma de inmediato! Antes de los 6 meses, tu bebé puede reconocer sonidos de todos los idiomas del mundo. Pero los niños empiezan a perder esta habilidad, aproximadamente, cuando cumplen un año.

Los juguetes con frases y canciones bilingües son una forma excelente de introducir un segundo idioma. ¡Qué forma tan divertida de aprender!

El recorrido del lenguaje: ¡menuda aventura!

No nos cansamos de repetir que es bueno que nos olvidemos un poco de las etapas y los tiempos para centrarnos en nuestro peque, en su ritmo y su forma personal y única de desarrollar habilidades y forjar su personalidad. Tenemos al protagonista de un libro en blanco y el privilegio de acompañarle en su aventura de la vida, así que dejémosle ser él mismo o ella misma, con naturalidad.

Dicho lo importante, para orientarnos un poquito en las generalidades del desarrollo del leguaje, descubramos algunos detalles:

Antes de los 6 meses: nos llama la atención para expresar necesidades

Llorar, abrir y cerrar la boquita, estirar los brazos para que le cojamos en brazos o señalar con el dedo son formas de “lenguaje” que sirven para llamar la atención de los adultos, expresar un estado de ánimo o manifestar una necesidad; por ejemplo, sueño o hambre.

• De hecho, durante estos primeros meses, muchos papás nos sorprendemos al entender que el pequeño dice algo así como 'ajo'. Nos hace mucha gracia, pero en realidad no está diciendo nada; es un simple balbuceo. Está experimentando qué sonidos puede reproducir, basándose en los que ha escuchado de sus personas más cercanas. ¡Y vosotros sois su principal fuente de sonidos a imitar!
• En general, los peques realizan este ejercicio solitos y sin intención alguna, ya que solo practican para poder pronunciar palabras unos meses más adelante.
• Por lo tanto, la comunicación con el niño durante esta etapa siempre debe tener como punto de partida su llanto y la comunicación no verbal, que producirá a través de sus gestos y expresiones. La etapa del lenguaje, por lo tanto, se encuentra todavía en una fase muy embrionaria.

Desde los 6 meses: se comunica con intención

De los 6 a los 12 meses, la mayoría de los niños suelen empezar a comunicarse de forma más intencionada.

• En este período, el niño empieza a hacer gestos que indican claras intenciones de comunicación: sacude la cabeza para decir que no, o bien señala un objeto con el dedo porque lo quiere.
• Asimismo, aparecen gestos simbólicos, como el de decir adiós con la manita. Son actos que, en su conjunto, tienen la misma validez que las palabras.
• El niño reacciona al oír su nombre, imita los sonidos de los animales y los producidos por algunos objetos (el “brum-brum” del coche, el “miau” del gato, el “guau” del perro, etc.).
• Esta etapa está caracterizada por la “lalación”, es decir, la repetición de sílabas.
• Hay que prestar una especial atención a algunas señales: si el pequeño no desarrolla una serie de gestos orientados a la comunicación, no entiende órdenes simples, como “dame el juguete”, “di adiós” o “da palmitas”, y tampoco emite ninguna sílaba, es preciso consultar con el especialista, para que descarte cualquier posible dificultad.
• Durante estos meses, también es muy beneficioso que empieces a explicarle cuentos muy sencillos, le cantes canciones y le pongas música. No solo le relajará o divertirá, sino que su cerebro ya irá almacenando toda esa información. A largo plazo, verás cómo se acuerda, tararea e, incluso, te pide que se la repitas una y otra vez hasta la saciedad. ¡Una vez que la melodía llegue a tu cerebro, no podrás dejar de tararearla a todas horas! 

A partir de su primer añito: ¡no hay quien pare al pequeño parlanchín!

Aproximadamente, a partir del primer cumpleaños del peque, empieza a usar las palabras relacionándolas con los objetos. Por ejemplo, abraza la pelota y dice: "Es mía". Cuando los peques aún no saben usar posesivos, lo más probable es que se refieran a ellos mismos en tercera persona ("es de la nena" o "es del nene"). ¡No hay duda de que son los reyes de la casa!

Las características principales de esta etapa del lenguaje son las siguientes:

• Aparece el juego de imitación, o juego simbólico: por ejemplo, telefonear o cocinar con una olla.
• El niño sabe decir su nombre y pregunta el nombre de las cosas.
• Los papás pueden ayudarle a enriquecer su vocabulario explicándole las palabras que no entiende, repitiéndole las que pronuncia mal y ofreciéndole ejemplos correctos.
• Para animarle a dialogar, es bueno leerle muchos cuentos o contarle historias, así como ofrecerle juguetes ideados para potenciar las habilidades lingüísticas. Así, también le estaremos ayudando a utilizar las palabras de forma correcta.
• En cualquier caso, cuando el peque se comunica y se hace entender, no hay que preocuparse si se limita a pronunciar un número de palabras muy reducido: podría tratarse de un hablador tardío, que se convertirá en todo un charlatán un poco más adelante.
• No hay que olvidar que cada niño tiene su ritmo, y su desarrollo y aprendizaje es diferente en cada caso.

¡Prepárate para las preguntas que no tienen fin!

Más adelante, en una segunda etapa, se produce un gran enriquecimiento del vocabulario del niño. Coincide con la etapa del "por qué", en la que, a partir de las respuestas de los adultos a sus preguntas, el peque añade más palabras a su lenguaje. ¡Preparaos para las preguntas infinitas y tomáoslas con filosofía!

• Su vocabulario se ampliará en unas 250-300 palabras, y aprenderá a utilizar dos o tres cada vez, para expresar un pensamiento.
• El niño empieza a componer frases con varias palabras sucesivas. Asimismo, la sintaxis se enriquece, gracias al empleo de verbos, artículos y adjetivos.
• Es importante ofrecerle oportunidades para estimular su expresividad, pero siempre de un modo natural y espontáneo: por ejemplo, durante el juego, observando las ilustraciones de un libro, leyéndole un cuento, etc.
• No hay que preocuparse si el pequeño no pronuncia algunos sonidos, como “s” o “r”, o bien grupos consonánticos, como “ch”, “pr” o “str”. También es normal que invierta el orden de algunas consonantes (“petola” en lugar de “pelota”).

¿Cómo se estimula a un niño para que aprenda a hablar?

Tu peque está experimentando muchos primeros momentos: primeros pasos, primeros amigos... ¡tal vez incluso primeras palabras! A esta edad, está aprendiendo continuamente. Y cada día descubre nuevas palabras, como 'sí' y 'no' (con toda probabilidad, este último será más frecuente).

¿Te preguntas a qué edad empiezan a hablar los bebés, cuándo dirá tu peque 'mamá' o 'papá' (especialmente si ya ha dicho el nombre del gato) o cuántas palabras tiene que decir un niño de un año? ¡Olvídate de las etapas, relájate y disfruta cada día de sus avances con el lenguaje! 

Eso sí, si tienes alguna duda o te preocupa algún aspecto del desarrollo del habla en tu hijo, consulta a tu pediatra para descartar cualquier problema.

Así podéis ayudar a vuestro pequeño parlanchín:

• Habla con el niño a menudo, ya desde sus primeras semanas de vida, empleando frases afectuosas y nombrando los objetos que utilizas para cuidarle: 'Peque, ahora vamos a ponerte la cremita para que estés muy suave'; 'Cariño, ¡mira qué camión de bomberos tan bonito! ¿Te gusta? ¡Vamos a apagar un fuego!'.
• Al niño le encanta señalar y preguntar '¿qué es eso?' o '¿por qué?'. Asegúrate de contestar siempre, incluso cuando repita 20 veces la misma pregunta. Puede ser agotador, pero es lo mejor que podéis hacer para acompañarle y motivarle.
• Anímale a expresarse, aunque sea con balbuceos. Deja que grite de alegría y que pronuncie las sílabas que, a partir del sexto mes, emite como respuesta cuando oye tu voz. Estimúlale hablándole y animándole a responderte.
• Emplea un lenguaje sencillo y claro, evitando los términos inventados y mal pronunciados (como "guau-guau", en lugar de perrito). Es mejor enseñarle un lenguaje correcto.
• Ayuda al niño a pronunciar bien las palabras. Repite de manera correcta las palabras y expresiones que pronuncie mal, pero sin humillarle ni burlarte de su error.
• Gesticula un poco más de lo normal. Los niños aprenden por imitación; cuando hablas, lo primero que ve es tu rostro, y se enfoca en tu boca para poder imitarte. ¡No dudes en realizar gestos al hablar, pues será clave para que el peque empiece a hacerlo también!
• Léele cuentos y cántale todos los días.
• ¡Prueba con el Baby Signing! Un método fácil y divertido que te permitirá comunicarte con tu bebé desde una edad muy temprana a través de gestos basados en el lenguaje de signos. ¡Le ayudarás en el proceso de adquisición del lenguaje!

Leer y escuchar la lectura enseña a hablar y, más adelante, a escribir. ¡Aprovechad esta herramienta maravillosa y regalad a vuestro peque momentos inolvidables!

Qué juguetes ayudan a tu peque a estimular el desarrollo del lenguaje

Los niños aprenden a hablar a través del juego y en los momentos compartidos con sus papás, la familia y los amiguitos de la escuela infantil o el parque.

De hecho, la mejor forma de aprender es divirtiéndonos y pasando momentos agradables. El juego es clave en la infancia, y también lo es en el caso de las primeras palabras. ¡Una maravillosa herramienta para futuros oradores!

A continuación, te presentamos algunos juguetes que han sido desarrollados específicamente para acompañar a tu peque en el desarrollo del habla y el lenguaje. ¡Y crecen a su ritmo!

LIBRO INTERACTIVO DE APRENDIZAJE RÍE Y APRENDE

¡El Libro musical interactivo de aprendizaje de Ríe y Aprende de Fisher-Price^® abrirá a tu peque las puertas a un mundo de diversión y aprendizaje!

Al pasar la página, ¡se activan melodías que los niños pueden cantar a la vez que miran las ilustraciones de colores vivos, con los personajes Perrito y Perrita!

Y mientras baila al ritmo de la música, ¡el niño aprenderá a contar, palabras sencillas, letras, números y formas, entre otros conceptos! 

• Un libro protagonizado por los personajes más populares de Ríe y Aprende, entre ellos Perrito y Perrita.
• Emite seis canciones infantiles clásicas para que el niño cante.
• ¡Enseña a contar, palabras sencillas, las letras, los números y más conceptos básicos de aprendizaje!
• Incluye tres botones luminosos con letras, números y formas.
• Las páginas son fáciles de pasar y ayudan a desarrollar la motricidad fina.
• El asa permite llevarse fácilmente el juguete a todas partes.

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PERRITO PRIMEROS DESCUBRIMIENTOS RÍE Y APRENDE

¡El mejor amigo de los más pequeños! Perrito Primeros Descubrimientos de Fisher-Price^® es suave, mullidito y está listo para lograr que aprender resulte de lo más divertido.

Responde al tacto con canciones animadas y frases que enseñan más de cien palabras sencillas, partes del cuerpo, colores, formas y mucho más.

Además, como cada niño crece a su ritmo, Perrito está diseñado con la Tecnología Inteligente, que permite elegir el nivel más apropiado para cada pequeño. Los tres niveles de juego incluyen diversas canciones, sonidos y frases. 

• Tiene más de 75 canciones, melodías y frases de aprendizaje.
• Las manos, el pie, la oreja y el corazón luminoso de Perrito responden al tacto del niño (incluye cinco puntos de activación).
• Enseña cien palabras sencillas, así como las partes del cuerpo, las formas, los números, el alfabeto y mucho más.
• Dispone de 3 niveles de aprendizaje con Tecnología Inteligente, que se adapta al crecimiento del niño.
• Solo hay que apretar y mantener presionado el corazón luminoso de Perrito para oír sus canciones.
• Ayuda al niño a reforzar la motricidad y la capacidad sensorial.

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BOTI ROBOTITO SALTARÍN

Gracias a Boti Robotito Saltarín, el juguete para descubrir la música de Fisher-Price^®, la hora de jugar se convierte en toda una fiesta para el bebé.

Cuando los más pequeños pulsan los botones, su amigo danzarín cobra vida y empieza a dar botes, acompañado de luces de colores, movimientos motorizados y más de 75 canciones, sonidos y frases con las que aprender el alfabeto, los números, los colores y muchas otras cosas.

• Juguete para descubrir la música de forma interactiva con un muelle en la parte inferior, sobre el que rebota mientras los niños juegan.
• 3 niveles de Tecnología Inteligente para aprender el alfabeto, los colores, los números del 1 al 10 y los antónimos. Pulsa el botón circular para seleccionar un idioma: castellano, inglés, italiano o portugués.
• Pulsa los botones de música y aprendizaje para disfrutar de más de 75 canciones, sonidos y frases, luces de múltiples colores y un sinfín de rebotes.
• Pulsa el botón del micrófono para grabar y reproducir divertidos sonidos, que se modificarán con ciertos efectos.
• Anima a los bebés y niños pequeños, de 9 a 36 meses, a bailar y moverse al ritmo del juguete.

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¡Bienvenidos a la Ciudad del Juego de Fisher-Price^®! Mira el vídeo

VOVER AL ESPECIAL ESTIMULACIÓN DEL DESARROLLO DEL BEBÉ Y EL NIÑO

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