¿Cómo cambia la familia con la llegada del bebé?

9 May 2024
¿Cómo cambia la familia con la llegada del bebé?

El nacimiento de un bebé siempre supone una revolución en la familia. Cada miembro debe volver a encontrar su lugar y adaptarse al nuevo rol que le corresponde, algo que no siempre resulta fácil. La experta nos ayuda a transitar esta etapa de una manera más amable, sabiendo poner límites y confiando en nuestro propio instinto.

Se suele decir que, cuando nace un bebé, también nace una madre, pero esto no es del todo cierto. El cambio de rol como persona individual a madre se da de manera progresiva. Durante el embarazo, se producen una serie de modificaciones a nivel neuronal que nos preparan para la llegada del bebé.

Desde la concepción, pasando por el embarazo, el parto y el posparto, todos esos momentos vitales forman parte de un continuo que está conectado entre sí, y que modifica de manera gradual todo nuestro ser. Dicha transformación es un cambio similar al que sucede en la etapa de la adolescencia y lo llamamos matrescencia.

¿Qué cambios de rol se dan en la familia con el nacimiento del bebé?

Está claro que la primera en notar una metamorfosis eres tú, la madre. Pero este cambio de rol no solamente sucede en las madres, también en el resto de los miembros de la familia.

Si entendemos que la familia es un sistema compuesto por individuos, podemos comprender que la entrada de una nueva personita hace, sin quererlo, que el resto del sistema familiar se modifique. Este cambio es inevitable. Por lo tanto, los que antes eran padre o madre, ahora pasan a ser abuelo y abuela, al igual que la pareja (si la hay) se convierte en padre o madre del nuevo bebé. La madre, la pareja y los abuelos son quienes experimentan el mayor de los cambios, sobre todo si es el primer bebé que nace en la familia.

Las personas tendemos a buscar un equilibrio en nuestras vidas. A veces, los cambios pueden resultar difíciles de gestionar, porque supone rehacer el puzle hasta lograr de nuevo esa estabilidad deseada y que todas las personas necesitamos. La aventura comienza en aceptar qué papel corresponde a cada uno de los miembros de la familia.

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¿Cómo establecer límites familiares al tener un bebé?

A ti, como madre primeriza, la vida te ha cambiado por completo. No solo físicamente, sino también emocional y logísticamente. Lo que antes suponía, quizás, parte de una rutina, como darse una ducha o echarse una cabezadita cuando lo necesitabas, ahora se ha convertido en un bien muy preciado.

Además, hay un bebé que te necesita, y tú también a él, con lo que, seguramente, haya aumentado esa sensación de tener una responsabilidad muy grande, que es su cuidado. Como parte de ese cuidado, supone poner en la parte más alta de la lista de prioridades a tu bebé, pero es importante que tú también te cuides.

Aquí es donde, generalmente, encontramos la primera de las grandes curvas en la maternidad: los límites. Tú mejor que nadie sabes qué es lo mejor para ti y para tu bebé, ya que eres quien más le conoce. Puede que, ahora, tu deseo no sea tener visitas durante el posparto más inmediato. O, quizás, hayas decidido dar el pecho en vez del biberón. Incluso tengas presente las necesidades de tu bebé en cuanto al sueño se refiere.

Pues bien, lo que para ti es muy evidente, puede no serlo para los demás. A veces, son los abuelos los primeros en ofertar las primeras opiniones no solicitadas. Este juicio o cuestionamiento de tu crianza puede tener una explicación, y es que aún no han comprendido que su rol, ahora, no supone decidir sobre la manera de cuidar y criar, sino de acompañar y respetar el deseo de la madre y de la pareja (si la hay).

La comunicación es una parte muy importante en todo este proceso. Primero de todo, porque los demás no tienen el poder especial de leernos la mente; y segundo, porque poner límites nos cuida y nos protege. Sé que la culpa puede venir a recordarte que decir que “no” a ciertas peticiones está mal.

Poner límites también es algo que irás aprendiendo a medida que te sientas más segura y confiada con respecto a tu maternidad. Además, no podemos obviar la cuestión de que las mujeres hemos sido educadas en la complacencia, es decir, en agradar a los demás. Por eso, oponernos a algo, sobre todo cuando viene de alguien muy cercano como es la propia madre o padre, cuesta tanto.

Calma. No se trata de exigirte aún más, sino de pensar en que tú también necesitas priorizarte. Si al principio te resulta más ameno establecer esos límites usando lo que tu bebé necesita, hazlo. Por ejemplo, la famosa hora bruja, esa franja horaria a partir de las seis de la tarde cuando los bebés se empiezan a sentir más irritables; quizás desees que ya no haya más visitas. Puedes establecer dicha hora como el toque de queda de las visitas. De esta manera clara y concisa, y si puedes ser consistente con ello, el resto de la familia comprenderá tal límite.

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¿Cuál es el papel de la pareja cuando nace el bebé?

La relación de la mujer con su pareja también se verá alterada con el nacimiento del bebé. Pero esto no significa que sea un cambio a peor.

Ahora, con la llegada del bebé, el rol fundamental de la pareja consistirá en sostener y proteger a lo que llamamos la diada madre-bebé. ¿Y eso qué significa? Que la pareja, idealmente, será quien cuide de dicha unidad. ¿Cómo puede hacer eso? Asegurándose de que esa fusión física y emocional, necesaria durante los siguientes meses, se mantenga.

Otra de las funciones importantes, y al hilo de lo que hablábamos sobre el establecimiento de límites, será la de encargarse de poner límites a su familia política y a las amistades. De este modo, se generará un lugar donde la nueva familia sienta que tiene su propio espacio.

¿Cómo adaptarse al nuevo papel de madre?

Si recuerdas lo que te comentaba al principio sobre que el sistema familiar está formado por individuos, te será más fácil observar que, cuando una de esas personas cambia, el resto también se nutre de ese movimiento, ayudando así a que cada pieza se ponga en el nuevo lugar que le corresponde.

Todo esto, junto con la práctica diaria del cuidado de tu bebé, te dará una mayor sensación de confianza, seguridad y tranquilidad en tu nuevo rol como madre.

Los momentos de transición son un período de adaptación que requieren de tiempo y paciencia. Por eso, mirarnos de manera compasiva y escuchar nuestras propias necesidades ayuda a transitar este camino de luces y sombras que supone la maternidad. Seguro que habrá momentos en los que la incertidumbre y la duda te invadan, porque lo novedoso puede asustar, pero conocer que la biología nos ha preparado para esto puede ayudar a devolvernos la tranquilidad.

Recuerda, nadie nace sabiendo y todas requerimos de ensayo y error para aprender. Eres humana y te podrás equivocar en muchas cosas, y eso estará bien. Tu bebé no necesita a una madre perfecta, necesita a una madre presente y que atienda sus necesidades. Confía en tu instinto y en todo este proceso que se está dando en esta nueva etapa vital. Lo estás haciendo bien, lo suficientemente bien.

diana-cregoDiana Crego Cordón
Psicóloga perinatal en Mi Tribu Psicología Perinatal
https://mitribuperinatal.com
@mitribuperinatal

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